Este enero ha llegado con temperaturas mínimas especialmente frías en toda la península, lo cual es común para esta época. Aunque no se registren fenómenos extremos, el clima incita a disfrutar de platos calientes y reconfortantes como los potajes. Sin embargo, algunos de estos platos tradicionales son altos en calorías y no muy saludables para un consumo regular. Afortunadamente, existen maneras de transformar estas delicias culinarias en opciones más saludables y aptas para el consumo diario.
Los platos de cuchara abarcan más que cocidos y callos; también incluyen sopas, guisos, cremas y consomés, que difieren significativamente de recetas con alto contenido graso, embutidos y carnes poco recomendables para perder peso o controlar el colesterol. La razón detrás de la satisfacción que proporcionan estos platos se remonta a épocas en las que se utilizaban para combatir el frío, sirviendo como plato único energético.
3PREPARACIÓN

Precalienta el horno a 200 grados. En un tazón, mezcla las hierbas.
Lava y corta los tomates por la mitad. Despepita el pimiento rojo y corta la calabaza por la mitad. Coloca todas las verduras en una bandeja de horno con los tomates hacia arriba, sazona con hierbas secas (reserva una cucharada). Voltea los tomates y espolvorea el resto de hierbas secas. Envuelve en papel aluminio el pimiento rojo (facilita pelar la piel después) y también la cabeza de ajos cortada por la mitad. Rocía con generosidad aceite de oliva virgen extra.
Hornea durante una hora (puedes asar primero la calabaza 10 minutos en el microondas y luego hornear todo durante media hora para ahorrar tiempo y energía). Si no usas microondas, hornea todo durante una hora. Pela la calabaza y el pimiento rojo. Tritura todo en un robot de cocina o con una batidora de mano. Agrega el queso crema, el aceite de oliva y el caldo gradualmente hasta lograr la textura deseada. Añade hojas de albahaca.
Mientras tanto, tuesta el pan y cúbrelo con queso rallado. Gratina en el grill hasta que el queso se derrita. Sirve bien caliente con un chorrito de aceite de oliva y un toque de nata líquida. ¡Disfruta!