Este enero ha llegado con temperaturas mínimas especialmente frías en toda la península, lo cual es común para esta época. Aunque no se registren fenómenos extremos, el clima incita a disfrutar de platos calientes y reconfortantes como los potajes. Sin embargo, algunos de estos platos tradicionales son altos en calorías y no muy saludables para un consumo regular. Afortunadamente, existen maneras de transformar estas delicias culinarias en opciones más saludables y aptas para el consumo diario.
Los platos de cuchara abarcan más que cocidos y callos; también incluyen sopas, guisos, cremas y consomés, que difieren significativamente de recetas con alto contenido graso, embutidos y carnes poco recomendables para perder peso o controlar el colesterol. La razón detrás de la satisfacción que proporcionan estos platos se remonta a épocas en las que se utilizaban para combatir el frío, sirviendo como plato único energético.
9ELABORACIÓN
Comienza cortando las hojas y la parte más gruesa del tallo de la coliflor, reservándolos para otro uso. Separa algunas flores pequeñas y trocea el resto de la coliflor, incluyendo el tallo. Prepara el puerro y la cebolla cortándolos en rodajas. En una olla, calienta aceite de oliva y dora el puerro y la cebolla con una pizca de sal durante 5-7 minutos. Añade la mitad de la coliflor, remueve y cubre con agua (aproximadamente 1 litro). Lleva a ebullición, reduce el fuego y cocina durante 15 minutos. Incorpora el resto de la coliflor, ajusta el agua si es necesario y cocina por 15-20 minutos más.
En paralelo, en una sartén con mantequilla u aceite de oliva, dora las flores pequeñas reservadas hasta que estén crujientes. Aliña con vinagre de Jerez y reserva. Tritura la crema de coliflor hasta obtener una textura fina, ajustando la cantidad de agua según prefieras. Salpimienta y sirve con las flores crujientes, cebollino picado y un toque de aceite de oliva o la mantequilla dorada de la sartén, si lo deseas.






