Las tensiones en Eusko Alkartasuna abren grietas en EH Bildu antes de las elecciones vascas

Eusko Alkartasuna (EA) es la pata de la coalición Euskal Herria Bildu con mayor trayectoria política y fue clave en contribuir a que la Justicia y la sociedad no tuviese dudas sobre la legalidad y adecuación del regreso de la izquierda abertzale al tablero institucional tras varios años ilegalizada de facto.

Pese a ello, la progresiva asfixia por parte de Sortu (heredera del espacio de Batasuna) al resto de formaciones de la coalición ha provocado que afines a los de Arnaldo Otegi se hayan hecho con el control de EA pese a que esta corriente se encuentra en clara minoría a nivel interno.

PRIMARIAS CON BOCHORNO EN UNA DE LAS PATAS DE EH BILDU

La candidatura de la corriente mayoritaria, liderada por el exparlamentario navarro Maiorga Ramírez, fue tumbada en las primarias de 2019 ante la indignación del fundador del partido, el exlehendakari Carlos Garaikoetxea.

Un sector liderado por Eba Blanco, protegida por Sortu en el Parlamento Vasco como vicepresidenta del mismo, se hizo con el control del partido hace casi cinco años y desde entonces ha retenido su pilotaje pese a que los tribunales obligan a EA a repetir las primarias de 2019 por la exclusión irregular de Ramírez, al que la Justicia también acaba de dar la razón después de que lo hayan intentado expulsar como militante del partido.

TICS ANTIDEMOCRÁTICOS

Ramírez denunciaba esta semana la intentona de Blanco de «impedir unas primarias en las que tendría voto toda la afiliación real». «Ella es plenamente consciente de que las perdería de forma rotunda. Y quieren impedirlo como sea. Se ha demostrado que mi expulsión del partido y la eliminación de mi candidatura se han producido vulnerando derechos fundamentales», ha añadido el profesor tafallés en declaraciones a Diario de Noticias de Navarra.

El aspirante a liderar EA, que fue candidato de Bildu en las elecciones navarras de 2011, asegura que «las sentencias desnudan prácticas cuasimafiosas y EH Bildu no debe dar cobertura a este tipo de prácticas. Máxime, cuando Eba Blanco representa a EH Bildu como vicepresidenta y miembro de la Mesa del Parlamento de Gasteiz», añade.

Maiorga Ramírez aspira a liderar EA tras haber evitado ser expulsado del partido

En los juicios, según Ramírez, Eba Blanco acude protegida por el dinero de la propia EA. La actual líder de la formación impulsada por Garaikoetxea «financia su huida judicial para impedir que la afiliación pueda votar con el dinero de la afiliación. Llegará el momento en que sepamos cuánto nos ha costado a la afiliación su corrupción democrática. En ambos pleitos le han condenado en costas. Tanto en las expulsiones, como en el Supremo, su abogado ha sido Ricardo Burutarán, concejal de EH Bildu de Donostia».

Bildu
Otegi renuncia a ser lehendakari en las próximos elecciones vascas de 2024

Ramírez lamenta que desde que se abriera su pulso con Blanco, nadie se su corriente haya sido integrado en las listas de EH Bildu para ningún proceso electoral: «A todos aquellos que no formamos parte de su camarilla nos purgaron de toda presencia en las listas de EH Bildu. Es evidente que el afán de enrocarse en el poder, obedece a una voluntad de copar puestos institucionales con el compromiso de no ejercer ninguna tensión dialéctica con la izquierda abertzale».

«Muchas personas de la base de la IA nos hacen llegar que no entienden, tras la valentía y convicción demostrada en la creación de Bildu, arriesgando nuestra propia legalidad, cómo desde EH Bildu se da cobertura a semejantes actitudes tiránicas y corruptas. A todos les respondo que es una cuestión de coherencia, por hacer valer la ética democrática que deseamos para el país también en el funcionamiento de nuestras propias organizaciones», añade.

EL II CONGRESO DE EH BILDU

En mayo de 2021 Euskal Herria Bildu emprendió un giro pragmático externo mientras, paradójicamente, Sortu impulsaba un golpe con tics autoritarios a nivel interno con el fin de que toda la camarilla de Otegi se repartiese todos los puestos clave de la organización. La coalición aprobaba mientras tanto un documento político en el que miraba al PSOE ya que pedía abrir la «política de alianzas de esencialismos, entenderla en función de nuestros objetivos y no según criterios morales. Una política de alianzas adecuada es la que nos acerca a nuestros objetivos, no la que nos mantiene en una zona de confort o en posiciones de pureza».

Arnaldo Otegi dijo que tienen que dar «la batalla de ideas que hay que dar en torno a estos conceptos: la acumulación de capital frente a la vida y el autoritarismo frente a la libertad. Creo que la izquierda debe hacer una reflexión sobre la libertad para que la derecha y la ultraderecha no se apoderen de ese concepto. La libertad no es tomar cervezas en las terrazas, es mucho más. Sobre esa batalla de ideas tendremos que articular un discurso ideológico en términos ofensivos».

«Por otro lado, nuestro independentismo es también internacionalista, por lo que seguimos pensando que lo mejor para las clases populares de nuestro país es formar una república propia. También hablamos de la transformación social, poniendo en el centro el reparto de la riqueza. Asimismo, el otro gran reto es consolidar la convivencia y buscar un relato incluyente, que garantice la no repetición y la memoria inclusiva», aseguró.

El líder abertzale señaló que «la ultraderecha, en nombre de la libertad burguesa e individual, está poniendo en marcha una revolución cultural e ideológica, y la está consumando. Si la izquierda no entiende que hay que construir frentes amplios sobre programas de mínimos -que a nuestro criterio pasan por el modelo territorial, la resolución democrática del problema nacional, el reparto de la riqueza y la consolidación de un régimen democrático-, no estará cumpliendo su papel histórico. Creo que las izquierdas de las naciones sin Estado junto a las del Estado tenemos un espacio amplio para colaborar».