La guerra interna por el liderazgo en Junts entre Laura Borrás y Jordi Turull es cada vez más evidente. El detonante en esta ocasión ha sido la expulsión de la diputada Cristina Casol del grupo en el Parlamento de Cataluña. La expulsión fue decidida por la Ejecutiva de Junts.
El motivo de la expulsión de Casol fue que la diputada había denunciado a la dirección del partido por acoso machista. Aunque los hechos de acoso todavía tendrán que pasar por un juicio, son los mismos motivos por los que la también diputada de Junts, Aurora Madaula, presentó otra denuncia el pasado mes de noviembre. Tanto Casol como Madaula pertenecen a la misma corriente dentro de Junts que Borràs.
El grupo parlamentario había solicitado la expulsión de Casol en una carta firmada por 26 de los 32 diputados de la formación a la Ejecutiva que, a su vez, votó su expulsión (29 dirigentes votaron a favor de que se fuera, frente a ocho que votaron por su permanencia). Con estos números, 29 frente a 8 se pone en evidencia la debilidad de Laura Borràs dentro de la dirección de Junts, pese a ser la presidenta.
La consecuencia de esta expulsión del grupo parlamentario es que Casol no renunciará a su acta de diputada autonómica y pasará a formar parte del grupo de no adscritos, donde se encuentra también el exdiputado de Vox Antonio Galleo. Por tanto, el grupo de JxCat pierde un diputado. Por tanto, de 32 diputados pasarán a 31.
CASOL Y MADAULA UNIDAS POR LAS DENUNCIAS CONTRA EL GRUPO PARLAMENTARIO
De momento, Laura Borràs no ha expresado su opinión sobre lo ocurrido, no como Madaula que ha mostrado su apoyo a Casol asegurando que «la violencia machista dentro del ámbito político está bien descrita y es muy acorde con esta situación». Madaula, además, ocupa cargos de responsabilidad, ya que es vicepresidenta del partido y secretaria segunda de la Mesa. Cuando Casol presentó su denuncia en noviembre se activó en el Parlament el Protocolo de Igualdad, encargando a una empresa externa la investigación (el Instituto de Trabajo Social y Servicios Sociales).
La conclusión fue que no encontraron «ningún hecho probado» por lo que no era posible emprender ninguna medida. No obstante, en el informe del Instituto, que publicó El Periódico de Cataluña, se ponían de manifiesto la constatación de varias situaciones de tensión interna dentro del partido, que está apoyado en una «base fuertemente patriarcal», y reconocía un ambiente de trabajo donde «el machismo más cultural está arraigado».
Pero estas objeciones no fueron suficientes para que la Cámara autonómica tomara cartas en el asunto y su Oficina de Igualdad cerró el expediente. Ningún otro grupo parlamentario ha dicho nada.
¿CÓMO HAN AFECTADO TODOS ESTOS HECHOS EN JUNTS?
La pregunta es ¿cómo han afectado todos estos hechos en Junts? Josep Rius, el secretario general y portavoz del partido, se ha decantado por apoyar a los responsables del grupo parlamentario. Pero lo que se ha puesto de manifiesto es que lo de menos son las acusaciones de machismo, si no la guerra de poder abierta en el partido con dos sectores bien diferenciados. Por un lado, la presidenta, Laura Borràs, y por el otro, Jordi Turull, que también quiere aprovechar que la presidenta se encuentra inhabilitada por el caso de la Institución de las Letras Catalanas. Carles Puigdemont no dice nada desde Waterloo, a la espera de que primero se resuelva su situación.
El problema surgirá si Pere Aragonès decide adelantar las elecciones catalanas. Si no agota la investidura hasta 2025, los rumores apuntan a que podrían tener lugar el mismo 9 de junio, coincidiendo con las elecciones europeas y, probablemente, vascas, o para el 11 de septiembre. Con Puigdemont sin su problema resuelto, Borràs y Turull deberán enfrentarse para encabezar la lista a la presidencia de la Generalitat.
La portavoz de Junts en el Congreso de los Diputados, Míriam Nogueras, próxima a Puigdemont, parece haber ganado enteros, pero no los suficientes. Tampoco se podría presentar el propio Puigdemont porque de prosperar la ley de amnistía le espera un largo periodo en los vericuetos judiciales. De momento, por la composición interna de la dirección de Junts, Turull tendría todas las de ganar, pero hasta el momento no hay un candidato seguro.