Julio Pérez de Campo, ganador de un premio Goya al mejor documental en 2019 junto a Carles Bover Martínez por ‘Gaza’, está preparando otro reportaje que tratará sobre los plásticos y los microplásticos y sus efectos en todo el mundo.
Desde la Antártida, última parada del rodaje de este documental, Pérez del Campo explica que han pasado ya por muchos países como Kenia, Bangladesh, Indonesia o China y que ahora están en la Antártida al ser un lugar con un bajo efecto del ser humano en su ecosistema.
«Comenzamos nuestro viaje en Chile, conseguimos cruzar, gracias a un barco militar uruguayo, el Mar de Drake, que es uno de los mares más peligrosos del mundo, en un viaje fascinante con olas de más de cuatro metros donde pudimos ver centenares de ballenas, pingüinos e icebergs por todos lados», ha manifestado.
Una estancia en la Antártida que es posible gracias al proyecto Antarplás de la Universidad de la República de Uruguay, que lleva más de ocho años investigando la presencia y los efectos de los plásticos y los microplásticos en esta zona, en colaboración con la Universidad Autónoma.
En este sentido, apunta que los plásticos que han encontrado hasta ahora han sido hallados en todos los ecosistemas antárticos, desde los ríos, los glaciares, las costas e incluso en la fauna. «Han encontrado muchísimos pélets en las heces de los pingüinos y la verdad es que el impacto que está teniendo en la Antártida cuando se pensaba que era un lugar totalmente virgen y que estaba fuera de toda contaminación, está siendo tremendo«, ha dicho.
Ha concretado que en la actualidad se encuentran en la base científica antártica uruguaya ‘Artiga’, en la Isla Rey Jorge, un país que también tiene otra base científica llamada ‘Ecare’ en la zona continental, que es de difícil acceso y en la que no se había hecho ciencia hasta ahora porque prácticamente no ha tenido presencia humana.
Una segunda base de Uruguay a la que, gracias a esta colaboración internacional, esperan poder acceder también. «Es una de las zonas más interesantes para estudiar los microplásticos, con la mayor concentración de pingüino Adelia de todo el mundo».
«Es un sitio muy interesante para poder ver las consecuencias que han tenido los plásticos y microplásticos en ese ecosistema», ha indicado, para agregar que este sábado, 17 de febrero, concluye la expedición con la que quieren grabar las consecuencias que ha tenido esta «catástrofe» mediante el vertido de miles de toneladas de pélets al mar.
Unas consecuencias que ha afirmado que ya pudo ver grabando en Hong Kong donde después de 15 años la costa estaba todavía llena de pélets, «por muchas y muchas limpiezas que se iban haciendo de manera periódica». «Esperemos que eso no sea así y se solucione. Intentaremos poder documentar cuál ha sido la realidad que se ha vivido y cuáles son las consecuencias desde el ámbito científico que va a tener», ha concluido.