Las elecciones autonómicas de Galicia de este domingo, 18-F, muestran una creciente división. Ninguna de las encuestadoras ha hecho israelitas, sondeos a pie de urna, sino que han realizado sus proyecciones en los últimos cinco días de campaña.
Los comicios se miran con lupa a nivel local, pero también desde Génova 13 y Ferraz, sedes del PP y del PSOE, respectivamente. A nivel local, los gallegos deciden entre el continuismo y la llegada del bloque separatista liderado por el BNG y apoyado por el PSOE, que caería a su peor resultado en su historia en este territorio.
El aumento de la participación podría adelantar un cambio, pero nadie duda de la capacidad de movilización del PP de Rueda y Feijóo. La participación en las elecciones de Galicia ha alcanzado el 49,17% a las 17.00 horas, 6,2 puntos más respecto a las de hace cuatro años, en plena pandemia, según los datos de la Xunta. En total, han ejercicio su derecho al voto 1.082.697 de votantes, mientras están llamados a las urnas 2,217 millones de votantes. Los datos marcados en 2020 vienen señalados por la pandemia. En referencia a la última votación sin sobresaltos, en 2016, la participación sube en un 6,12%.
Asimismo, estas cifras superan también en más de seis puntos a los datos registrados en 2012, cuando el 42,5% votó a las 17.00 horas. Para encontrar unos comicios con una participación semejante hay que remontarse a los de 2009. En aquella ocasión, la participación había sido también superior al 49%.
El resultado, no obstante, dependerá del voto de los residentes en el exterior (CERA), un escrutinio que no se dará a conocer hasta el próximo 26 de febrero. La participación de estos votantes ubicados fuera de España se ha multiplicado por seis, según los datos ofrecidos por la Xunta de Galicia, hasta un total de 29.300 gallegos, el 6,15% del total de censados.
ALFONSO RUEDA, GANADOR Y PENDIENTE DE GOBERNAR EN GALICIA
El ganador de las elecciones será sin ningún tipo de duda Alfonso Rueda. El líder del PP de Galicia quedará a expensas del largo escrutinio para conocer si podrá gobernar. Todo dependerá de si llega a esos 38 escaños o bien quedará pendiente de un pacto de Gonzalo Pérez Jácome, líder de Democracia Ourensana.
En el bloque de la izquierda independentista, donde está incluido de facto el PSOE, se encuentra Ana Pontón. La líder del BNG tratará de alcanzar la mayoría absoluta con el apoyo de Juan Ramón Gómez Besteiro y el resto de diputados socialistas. Asimismo, ninguno de los sondeos apunta a la entrada de Sumar, Podemos y Vox, cuyos discursos están perfectamente mimetizados dentro de los nacionalistas gallegos y del PP.
MICHAVILA APUESTA POR LA MAYORÍA ABSOLUTA
Según las encuestas de GAD3, Rueda obtendría la victoria y el Gobierno, con entre 39 y 40 diputados. El sondeo realizado muestra una mayoría absoluta de los ‘populares’ por la mínima. El BNG se quedaría entre 25 y 29. El PSOE se quedaría con entre 9 y 12, mientras que DO alcanzaría entre uno y ninguno.
En Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, tendría opciones de conseguir un escaño o no entrar en el Pazo de O Hórreo. El PP perdería un escaño por la provincia de A Coruña y por la de Lugo y quizás otro por la de Pontevedra o se mantendría, mientras que retendría los ocho diputados por la de Ourense. Por su parte, El BNG subiría de 7 a 9 diputados por A Coruña, de tres a cuatro por la de Lugo y por la de Ourense, y de seis a ocho o nueve plazas por la de Pontevedra.
Finalmente, los socialistas solo se mantendrían en la provincia de Lugo, mientras perderían un diputado por A Coruña, entre uno o dos por Ourense y hasta dos por Pontevedra.
Sigma-2, por su parte, muestra una horquilla menos optimista para los populares, de entre 38 y 39 escaños. Hay un bajo porcentaje para que se dé el peor escenario para los de Feijóo, pero factible dada la movilización de la izquierda.
SIGMA-2, APUESTA POR LA MAYORÍA ABSOLUTA
El Partido Popular ha resultado ganador de las elecciones celebradas en el día de hoy en la Comunidad Autónoma de Galicia, consiguiendo el 47,8%, para alcanzar entre 38 y 40 escaños, lo que le permite mantener la mayoría absoluta situada en 38 escaños.
Por su parte, el BNG obtiene un gran crecimiento alcanzado los 24-25 escaños y el 30,8%, seguido del PSOE que según este sondeo se hundiría hasta los 10-12 escaños y el 14,8 por ciento. Finalmente, la encuesta también revela la posibilidad de que Democracia Orensana entre en la Cámara gallega con 0-1 escaños y el 0,6%.
En las anteriores elecciones autonómicas celebradas el 12 de julio de 2020, el PP consiguió el 47,96 por ciento de los sufragios y 42 escaños, seguido del BNG con 19 escaños y el 23,79 por ciento de los votos. Finalmente, los socialistas gallegos se colocaron en la tercera posición con 14 escaños y el 19,39 por ciento de los votos.
40dB, por otro lado, muestra también la indecisión de los votantes. El PP de Rueda estaría en el alambre al conseguir entre 36 y 40 escaños, es decir, una mayoría absoluta que bailaría según avance el escrutinio. Para el BNG, podría alcanzar los 25 diputados, mientras el PSOE de Besteiro se quedaría entre los 10 y 13 escaños. El PSOE, por su parte, alcanzaría su peor resultado, pero daría por buena su estrategia de aupar a las formaciones nacionalistas para mantener la unión del Congreso también en las autonomías.
SONDAXE SE ANOTA LA MAYORÍA ABSOLUTA DEL PP
El PP se situaría un escaño por encima del listón de la mayoría absoluta en Galicia al conseguir 39 escaños en las elecciones autonómicas de este domingo, según una escuesta del Instituto Sondaxe para ‘La Voz de Galicia’.
Los ‘populares’ con Alfonso Rueda al frente bajarían así tres diputados respecto a los 42 que habían logrado con Alberto Núñez Feijóo y encadenarían su quinta mayoría absoluta consecutiva en Galicia, pese al incremento de 19 a 25 diputados del BNG de Ana Pontón.
Por su parte, el PSdeG con José Ramón Gómez Besteiro como candidato retrocedería de 14 a 11 plazas en el Parlamento gallego, que volvería a vivir una legislatura con tres fuerzas políticas, al no conseguir entrar ni Sumar, ni Vox ni Democracia Ourensana.
Según la estimación de voto de Sondaxe, el PP perdería sus tres diputados por las provincias de Pontevedra, A Coruña y Lugo. El BNG ganaría dos plazas por A Coruña y otras tantas por Pontevedra, así como una por Lugo y otra por Ourense.
Por su parte, los socialistas perderían un acta por A Coruña, Ourense y Pontevedra, mientras que solo se mantendrían en Lugo, con dos escaños.
EL PSOE DE BESTEIRO, EN MÍNIMOS HISTÓRICOS
Por otro lado, el CIS otorgó entre 34 y 38 escaños a los ‘populares’ de Rueda, con el 42,2% de los votos, un porcentaje insuficiente para poder obtener el Gobierno autonómico en numerosos casos.
En caso de la entrada de Jácome, todo quedaría a expensas de la negociación con los ‘populares’ o con el bloque nacionalista liderado por el BNG, que dispararía su representación entre los 24 y los 36 escaños, según el CIS. Sumar, además, quedaría a expensas de alcanzar el 5%, un nivel muy complicado dado el perfil mostrado por Marta Lois en estas elecciones.
Podemos y Vox, por su parte, quedarían relegados a la nada en estos comicios. Ninguna de las empresas demoscópicas arroja un solo diputado para los ‘morados’ ni tampoco para los de Santiago Abascal, más pendiente de presentar el discurso contra el PP en la recta final de la campaña electoral que dar a conocer a su candidato.
NERVIOS EN EL PP POR LA INCERTIDUMBRE
Los nervios en el PP son visibles en Génova 13. El asunto de las negociaciones con Junts, con la posibilidad de dar indultos a Carles Puigdemont, fue un duro varapalo del que se ha tratado de reponer centrando el foco en el BNG de Pontón.
Estos son los primeros comicios desde que se Pedro Sánchez fuera investido presidente. El PSOE ha tratado de aupar a su socia de Gobierno, con independencia de sus propios resultados, con el fin de alcanzar la Xunta con un bipartito o bien un tripartito, si finalmente Sumar obtiene su escaño.
Tal es la guerra a nivel nacional que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha estado volcado en esta campaña electoral. Así, ha puesto en el centro del debate la «fractura social» que provocaría un bipartito socialista y nacionalista, así como la «decadencia económica» y la «fuga de inversiones y de empresas», como ha ocurrido en Cataluña.
