La Audiencia Nacional juzga desde este lunes a K.K., un presunto lobo solitario que se autoadoctrinó y enaltecía al Estado Islámico poniendo a sus dos hijos gemelos con los que convivía «en peligro de radicalización religiosa violenta».
En su escrito de conclusiones provisionales, recogido por Europa Press, la Fiscalía pide ocho años de prisión para el acusado como autor de los delitos de autoadoctrinamiento y enaltecimiento. Además, solicita pena de libertad vigilada de cinco años.
Según el fiscal, «se puede afirmar que el concepto de actor solitario más que nunca es fiel y literal al acusado, ya que es una persona que ha podido completar su proceso de radicalización sin acudir ni contactar con nadie y sin la necesidad de solicitar ayuda de nadie, todo ello con el fin de materializar su formación en la comisión de delitos de terrorismo».
«Además de todo ello, K.K. difunde un mensaje terrorista, enalteciendo y apoyando públicamente a una organización terrorista así como a sus miembros e incitando a incorporarse a una organización terrorista o a cometer actos terroristas a cualquier persona que lo lea», añade el Ministerio Público.
SEVERA EDUCACIÓN DEL LOBO SOLITARIO
El fiscal explica que el acusado vivía con sus dos hijos gemelos, nacidos en el año 2009, a los que impartía una «severa educación como se pone de manifiesto en conversaciones telefónicas en las que se recrimina a los mismos el más mínimo en cumplimiento de las exigencias de la abstinencia en el periodo del Ramadán».
Asi, y aunque no se «haya podido acreditar su expreso adoctrinamiento», para la Fiscalía «es evidente que les ha colocado, cuando menos, en peligro de tal de radicalización religiosa violenta». «Ello puede deducirse por la información que contaban los dispositivos a los que de manera habitual podían tener acceso los hijos», añade.
videos escolares para enseñanza de asignaturas comunes pero que al ser editados por el Estado Islámico
A este respecto, el escrito recoge que el acusado «contaba con videos escolares para enseñanza de asignaturas comunes pero que al ser editados por el Estado Islámico» estaban imbuidos «de sus doctrinas violentas hasta el punto de que los ejemplos de sumas en matemáticas se ejemplifican con imágenes de armas».
«Así, en el ordenador que se encontraba en el salón del domicilio, existían vinculaciones a las webs de educación de primaria de la Junta de comunidades de Castilla la Mancha, lo cual acredita el acceso de los menores a dicho dispositivo, en el cual se encontraban multitud de archivos consistentes en libros de educación primaria y secundaria editados por el Estado Islámico para la enseñanza de los niños bajo las bases de califato», apunta.