Las pestañas, esas pequeñas protagonistas enmarcando nuestros ojos, guardan más secretos y funciones de los que podríamos imaginar. A menudo relegadas a un segundo plano detrás de otros rasgos faciales, estas finas hebras juegan un papel crucial no solo en nuestra estética, sino también en la salud ocular.
El mundo de la cosmética ha sabido reconocer su importancia, dedicando una vasta gama de productos para su embellecimiento y cuidado. Desde máscaras que prometen alargar, curvar y dar volumen, hasta sérums diseñados para fortalecerlas y fomentar su crecimiento. Sin embargo, más allá de su contribución a la belleza de la mirada y del rostro, las pestañas cumplen funciones esenciales que van más allá de lo superficial.
En este artículo, descubriremos siete curiosidades sobre las pestañas que quizás desconocías, revelando detalles asombrosos y sorprendentes que te harán apreciarlas aún más.
4Pestañas: Fibras queratinosas de naturaleza única
A diferencia del vello presente en otras zonas del cuerpo, las pestañas se componen de fibras queratinosas, lo que les confiere una estructura mucho más compacta. Esta composición las hace ser pelos especialmente duros y cortos, distinguiéndolas notablemente de otros tipos de pelo.
La queratina, una proteína resistente, es el componente principal de las pestañas, proporcionándoles la fortaleza necesaria para soportar las condiciones externas adversas y cumplir eficazmente con su función protectora. Este aspecto de las pestañas no solo es fundamental para su durabilidad y eficacia como barrera, sino que también influye en su manejo y cuidado dentro de la rutina de belleza, evidenciando la importancia de seleccionar productos específicos que respeten y fortalezcan su estructura única.
