Las pestañas, esas pequeñas protagonistas enmarcando nuestros ojos, guardan más secretos y funciones de los que podríamos imaginar. A menudo relegadas a un segundo plano detrás de otros rasgos faciales, estas finas hebras juegan un papel crucial no solo en nuestra estética, sino también en la salud ocular.
El mundo de la cosmética ha sabido reconocer su importancia, dedicando una vasta gama de productos para su embellecimiento y cuidado. Desde máscaras que prometen alargar, curvar y dar volumen, hasta sérums diseñados para fortalecerlas y fomentar su crecimiento. Sin embargo, más allá de su contribución a la belleza de la mirada y del rostro, las pestañas cumplen funciones esenciales que van más allá de lo superficial.
En este artículo, descubriremos siete curiosidades sobre las pestañas que quizás desconocías, revelando detalles asombrosos y sorprendentes que te harán apreciarlas aún más.
6Un ciclo de crecimiento efímero

Las pestañas presentan un ciclo de crecimiento y renovación notablemente breve en comparación con el cabello del cuero cabelludo. Este ciclo suele extenderse poco más de un mes, aunque su fase de reposo es más prolongada, lo que contribuye a un ciclo capilar total de aproximadamente seis meses desde el nacimiento hasta su caída.
Esta rápida sucesión asegura que se renueven constantemente, manteniendo su función protectora y estética en óptimas condiciones. Este ciclo corto de vida subraya la importancia de cuidar adecuadamente las pestañas, ya que están en constante proceso de cambio y renovación. La comprensión de este ciclo es clave para implementar rutinas de cuidado que apoyen su salud y vigor, asegurando así que cumplan su rol vital en la protección de nuestros ojos con la mayor eficacia posible.