Así pedía la mano derecha de Puigdemont su silencio para conseguir el apoyo de Putin: «Nada de Navalny»

El 23 de agosto de 2020 la mano derecha de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay, cruzaba una serie de mensajes de texto mediante la aplicación de mensajería Signal con Gonzalo Boye, otro de los hombres de confianza de Puigdemont, además de su abogado. Ambos eran claros sobre la política que debía seguir el “president” en su exilio dorado de Waterloo, sobre el opositor ruso.

En lo que es una clara doble vara de medir, Puigdemont pedía entonces de manera vehemente el indulto para Edward Snowden, perseguido por Estados Unidos por filtrar secretos de la CIA y la NSA para quienes trabajaba y que finalmente fue acogido en Moscú por el gobierno de Putin. Alay durante esa conversación con Boye fue muy claro: «Nada de Navalny». El president siguió al pie de la letra estas instrucciones y permaneció en silencio sobre el intento de envenenamiento de Navalny y lo haría también posteriormente con su encarcelamiento y muerte.

Boye y Alay especulaban en esa conversación con la posibilidad de que Puigdemont hiciese una manifestación en público de apoyo a Navalny, ya que había sufrido un intento de intoxicación el 20 de agosto de 2020. Incluso la organización Amnistía Internacional había emitido entonces un comunicado en el que exigía una exhaustiva investigación independiente sobre el presunto envenenamiento de Navalny.

En enero de 2021, Navalny regresó a Rusia, fue detenido y encarcelado en una cárcel de Siberia para cumplir una condena de 19 años. Allí falleció el 16 de febrero de 2024 en unas extrañas circunstancias todavía no aclaradas por las autoridades rusas.

LA CARTA DE PUIGDEMONT Y LA ADVERTENCIA DE ALAY

Los dos hombres cercanos al ‘president’ comentaban el apoyo de Puigdemont en una conversación que la Comandancia de la Guardia Civil de Cataluña extrajo el iPhone 8 de Alay y aportó al Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, que investiga, entre otras cuestiones el apoyo del gobierno de Putin al procés independentista en el marco de la Operación Voloh. La conversación comenzaba sobre Snowden, ya que Boye formó parte del equipo defensor del analista norteamericano.

Sabes que soy proSnowden pero hay que ir con cuidado con los tiempos

Alay: «La carta Snowden del president ha sido una apuesta muy arriesgada en mi opinión».

Boye: «Pero es a USA no a Rusia».

Alay: «Sabes que soy proSnowden pero hay que ir con cuidado con los tiempos».

Boye: «Los rusos están apoyando eso» y añade en otro mensaje «nosotros fuimos informados por el abogado ruso de que eso está bien visto».

Alay: «Pero si apostamos de verdad a Kremlin, hagámoslo de verdad».

Los mensajes entre Boye y Alay publicados por MONCLOA
Los mensajes entre Boye y Alay publicados por MONCLOA

Varios mensajes de Signal después, siempre en la misma fecha, Alay insiste a Boye que «mira, hay un triángulo ahora clave. Belarus (Bielorrusia, Snowden, Navalny)» y añade que «en cualquier momento puede aparecer un tuit del president a favor de Navalny», algo que ambos interlocutores no creen conveniente para lograr el apoyo económico de Rusia en todo el procés.

BOYE Y ALAY EVITAN HABLAR DE NAVALNY

Boye: «Si, el problema mayor es Belarus… para nuestra postura».

Alay: «Y eso nos mata. Nada de Navalny».

Boye: «Mejor, pero dile ya», insiste el abogado en referencia a que Alay le transmitiese esa postura a Puigdemont lo antes posible para evitar que el president se pronunciase antes de tiempo.

Alay: «Y me refuerzas más tarde», le pide la mano derecha de Puigdemont a Boye.

Media hora más tarde se supone que Alay ya había hablado con Puigdemont y le transmitía a Gonzalo Boye, siempre vía Signal, que «le (he) hecho la reflexión que el momento en Moscú es muy complicado con eso, endemoniado triángulo para Putin». Hay que recordar que Signal es una aplicación de mensajería considerada más segura porque es más difícil de interceptar para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

CONSULTAS AL EMBAJADOR RUSO POR NALVANY

Mientras esto ocurría con los socios de Pedro Sánchez, el Gobierno de España llamaba este 19 de febrero a consultas al embajador ruso en España para interesarse sobre la muerte de Alexei Navalny. El Ministerio de Asuntos Exteriores convocaba por este motivo embajador ruso en Madrid, Yuri Klimenko.

Gonzalo Boye, abogado de Puigdemont, durante unas declaraciones.
Gonzalo Boye, abogado de Puigdemont, durante unas declaraciones.

El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, declaraba en Bruselas que la muerte del Navalny es «totalmente injustificada y nunca debería haberse producido», y aseguró que el «responsable último es evidentemente quien le puso injustamente en prisión por motivos políticos».

Albares hizo esta declaración tras reunirse en la capital belga con la viuda de Navalny, Yulia Navalnaya, junto al resto de ministros de Exteriores de la Unión Europea y pidió que Rusia aclarase lo antes posible las causas de su muerte «de forma creíble». Navalny tenía 47 años y según las primeras explicaciones de las autoridades rusas habría sufrido un infarto mientras daba un paseo.