En este intrincado mundo de ingredientes naturales y soluciones por doquier, destacamos en ocasiones por nuestra tendencia a volver a los orígenes, a lo básico, en busca de remedios caseros que solucionen problemas de la vida cotidiana. Y si hay un enemigo común en los hogares con niños y no tan niños, esos son los piojos. Pequeños pero aguerridos, esos parásitos se han aferrado a la humanidad desde tiempos inmemoriales, y su eliminación a veces parece una batalla interminable.
Sin embargo, hoy comparto con vosotros métodos que prometen un adiós eficaz y veloz a estos indeseados huéspedes, basándome, cómo no, en la sabiduría popular matizada por los últimos datos científicos. Porque sí, existen alternativas naturales y eficientes para alejar a los piojos sin recurrir a químicos agresivos.
1CONOCE A TU ENEMIGO: ¿QUÉ SON LOS PIOJOS?
Hemípteros parásitos, los piojos viven exclusivamente de la sangre que succionan de sus anfitriones humanos. No saltan ni vuelan, se desplazan trepando con asombrosa velocidad y destreza. Aunque no son portadores de enfermedades graves, sí causan molestias considerables: Picor, irritabilidad, y en casos extremos, infecciones en el cuero cabelludo por el rascado continuado.
Es un asunto serio, pues incluso la OMS los ha reconocido como una causa de preocupación en las escuelas. Si bien los piojos adultos son relativamente fáciles de identificar por su tamaño, las liendres —sus huevos— pueden confundirse con caspa y pasan desapercibidas hasta que eclosionan y el ciclo se reinicia.
No todo lo que reluce es oro; tampoco todo lo natural es inofensivo. Pero ciertos elementos de la madre naturaleza han demostrado ser aliados fiables en la lucha contra los piojos. Del árbol de té, cuyo aceite esencial porta una reputación casi mágica por sus propiedades antisepticas y repelentes de insectos, a remedios más humildes como el vinagre, usado en dilución para despegar las liendres.
Incluso la mayonesa —sí, has leído bien— se aplica generosamente sobre el cabello para asfixiar a los tenaces bichos. No menos importante, ciertos peines metálicos están diseñados específicamente para extraer tanto piojos como liendres con eficacia, una técnica milenaria que no debe ser subestimada y que resulta complementaria a cualquier tratamiento.
