El deterioro de la actividad de las empresas de la zona euro dio muestras de estabilización en el mes de febrero, según el índice compuesto de gestores de compra (PMI), que subió a 49,2 puntos desde los 47,9 de enero, su mejor lectura en los últimos ocho meses, aunque los costes de los insumos y los precios cobrados volvieron a acelerarse en el segundo mes del año, principalmente por el impulso de los servicios.
En febrero, el PMI del sector servicios de la zona euro subió a 50,2 puntos, frente a los 48,4 de enero, su nivel más alto en siete meses, mientras que el PMI manufacturero se situó en 46,5 puntos, frente a los 46,6 de enero.
Los responsables de la encuesta señalaron la diferencias notables entre los países de la zona euro, destacando las expansiones sólidas en Irlanda y España, además de la contribución positiva de Italia, mientras que las dos economías principales de la zona euro, Francia y Alemania, siguieron inmersas en una contracción.
En febrero, el estado «cercano a la estabilización» de la actividad económica de la zona euro se debió, en parte, a una reducción menos marcada de los nuevos pedidos recibidos, a pesar del lastre de los mercados de exportación.
De su lado, la creación de empleo se recuperó a mediados del primer trimestre, a pesar de la ausencia de presiones en la capacidad, registrando su mayor ritmo de contratación en siete meses, coincidiendo con la quinta mejora mensual consecutiva del optimismo empresarial en la zona euro.
En cuanto a los precios, la encuesta de febrero señaló una intensificación de las presiones en toda la región, ya que los costes de los insumos siguieron en aumento, con el mayor repunte de la inflación en diez meses, mientras que los precios cobrados por los productos y servicios de la zona euro aumentaron al ritmo más veloz desde mayo de 2023.
«El poder de fijación de precios inesperadamente robusto demostrado por las empresas de servicios en medio de un clima económico aletargado y la previsión de un crecimiento por debajo del 1% para 2024 despiertan asombro», ha señalado Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, para quien este hecho intensifica la preocupación con respecto al posible surgimiento de una espiral de precios y salarios y de una estanflación.