La Comisión para la Protección de Menores creada por el Papa en 2014 presentará ante el Papa su primer informe con las principales deficiencias con las que choca la gestión eclesial de esta lacra y ayudará a las diócesis del mundo en las que «faltan experiencia y recursos» a identificar las posibles fallas en la prevención de los abusos sexuales.
En un comunicado del 8 de marzo, pero distribuido a la prensa este lunes, la comisión del Vaticano ha informado de que presentará al Papa próximamente su «informe anual piloto» sobre las políticas y procedimientos de salvaguardia ante casos de abusos sexuales a menores y adultos vulnerables. Fue el propio Francisco quien en abril de 2022 solicitó a este organismo que dirige el arzobispo de Boston, el cardenal Sean O’Malley, un informe anual con los puntos críticos de la gestión eclesial en la batalla contra los abusos sexuales.
El informe también ofrecerá «recomendaciones sobre cómo avanzar en la consecución de los objetivos de verdad, justicia y reparación», según el comunicado, e individuará los posibles desperfectos a partir de casos prácticos en el sistema prevención los abusos sexuales en la Iglesia. Otra parte del informe también examinará la forma en la que los diversos departamentos de la Curia Romana colaboran con las iglesias locales en este ámbito.
En una entrevista con el diario oficial del Vaticano L’Osservatore Romano el cardenal O’Malley de Boston, ha señalado que esperaba que el informe se hiciera público este verano. A través del Marco Universal de Orientaciones la comisión del Vaticano medirá los avances de la Iglesia universal en la prevención de abusos a escala global.
Para ello creará un grupo técnico que valorará la operatividad y la eficacia de la prevención. Una de las principales batallas de Francisco en la lucha contra los abusos sexuales en el seno de la Iglesia es precisamente que toda la iglesia universal sea eficaz en su labor por erradicar esta lacra.
En este sentido, se han establecido los «criterios» e «indicadores» para explicar a todas las diócesis del mundo cómo se pueden aplicar y evaluar los principios de protección en cada iglesia local. Además, durante la reunión plenaria se ha prestado especial atención a llevar a cabo un programa que garantice que el programa de prevención «llegue a ser conocido y operativo en aquellas partes de la Iglesia en las que faltan experiencia y recursos».
LA COMISIÓN VATICANA PIDE COLABORACIÓN CON LAS IGLESIAS LOCALES
Por otro lado, la comisión del Vaticano ha mejorado el proyecto destinado a ayudar y colaborar con las iglesias locales de todo el mundo en la formación y capacitación para prevenir y proteger a los niños y adultos vulnerables.
La comisión del Vaticano también ha anunciado la creación de un grupo de técnicos que deberán «examinar la realidad de las personas vulnerables en el contexto del ministerio de la Iglesia» y cómo esto va moldeando el compromiso con la «salvaguardia.»
El objetivo de este grupo de estudio –del que no se ha detallado el número de miembros ni su perfil profesional– es, según el comunicado, «adoptar un enfoque multidisciplinar de las cuestiones en torno a la vulnerabilidad para ofrecer recomendaciones concretas sobre cómo la Iglesia podrá combatir mejor los daños cometidos contra menores por los ministros de la Iglesia en diversos contextos pastorales».
La Comisión para la Protección de Menores que cumple diez años este 2024 también establecerá un «marco de directrices universales» que se publicarán «muy pronto», y que pretende «establecer un punto de referencia con el que la Iglesia pueda evaluar la capacidad de salvaguardia, medir los puntos débiles y fijar objetivos de mejora», según el comunicado.