Santa María de Huerta, situada en la provincia de Soria, España, es un emblema del arte y la espiritualidad cisterciense. Este monasterio, fundado en el siglo XII, ha sido durante siglos un centro de devoción y estudio, rodeado de misterios y leyendas. Recientemente, investigaciones y excavaciones en el sitio han comenzado a desvelar secretos largamente guardados, arrojando luz sobre la vida monástica y la influencia del Císter en la región.
La orden del Císter, conocida por su austeridad y dedicación al trabajo manual, ha dejado una huella imborrable en Santa María de Huerta. Las características arquitectónicas del monasterio, con su mezcla de estilos románico y gótico, reflejan la evolución de la orden y su adaptación a lo largo de los siglos. Estas nuevas revelaciones han suscitado un renovado interés por el papel que jugó este monasterio en la expansión del Císter en España.
1SANTA MARÍA DE HUERTA: HISTORIA Y FUNDACIÓN
La fundación de Santa María de Huerta se remonta al año 1179, bajo el patrocinio de Alfonso VIII de Castilla. Desde sus inicios, el monasterio se estableció como un punto estratégico para la orden del Císter en la península ibérica. Su ubicación, en el límite entre los reinos de Castilla y Aragón, le confería una posición privilegiada en el contexto político y religioso de la época.
Las crónicas medievales relatan cómo el monasterio se convirtió en un centro de poder espiritual y económico, gracias a las donaciones de nobles y reyes. Estos apoyos permitieron que Santa María de Huerta floreciera, expandiendo su influencia a través de la construcción de iglesias y la fundación de nuevos monasterios filiales, consolidando así la presencia del Císter en la región.