Llevar una vida saludable depende, en gran medida, de tener un desayuno, comida y cena balanceados. Muchos especialistas se han dedicado a investigar cuáles son aquellas comidas que deberíamos reducir e, incluso, eliminar para mantener a nuestro organismo en su máximo estado de funcionamiento. En este sentido existe un alimento habitual que los expertos recomiendan eliminar de los desayunos y aquí te revelamos todos los detalles.
En gran parte de los hogares, es común iniciar el día con un buen desayuno que incluya una rebanada de pan blanco y, aunque esto pueda sonar muy delicioso, los especialistas no lo recomiendan. Esto se debe a que su consumo puede acarrear problemas de salud importantes que desembocan en patologías mucho más graves y complejas de controlar y tratar. Pero, ¿por qué este delicioso y común alimento es tan malo? Los especialistas explican que los ingredientes de este producto no son los mejores para mantener la salud.
Especialistas recomiendan tener desayunos libres de pan blanco
El pan blanco está hecho a partir de harina refinada, la cual se obtiene después de un proceso en el que se eliminan partes de trigo y del germen. De esta manera solo queda el endospermo, el cual luego pasa por un proceso de molido que da como resultado la harina de color blanco que conocemos. Este refinamiento elimina muchos nutrientes que originalmente posee el grano entero, de modo que no disfrutamos de sus beneficios al momento de consumir el pan.
Ahora bien, las consecuencias de este tipo harina han sido estudiadas durante años y desde diversos enfoques. Uno de los aspectos que más destaca es su notable incidencia en casos de obesidad, además de haberse demostrado que afecta la tolerancia a la glucosa por lo que tiene una importante repercusión en casos de diabetes.
Otras consecuencias de comer pan blanco en el desayuno
Además de afectar los índices glucémicos e incrementar las probabilidades de padecer obesidad, el consumo excesivo de pan blanco puede provocar otras enfermedades. De hecho, un análisis del Journal of Alzheimer’s Disease concluyó que la ingesta de este alimento en individuos de entre 70 y 89 años genera casi el doble de probabilidades de desarrollar un deterioro cognitivo o demencia.
La mayor recomendación es sustituir este alimento por opciones más saludables como panes preparados con ingredientes alternos. Además, es importante llevar el resto de la alimentación de forma balanceada y tener constante actividad física para que las hormonas se mantengan equilibradas.