Las espumitas de limón son una delicia de textura esponjosa y sabor cítrico. Entre todos los ingredientes que componen esta receta, destaca uno en particular: las semillas de amapola. Estas diminutas semillas aportan un sabor y una textura únicos que elevan el resultado final de este postre.
Para preparar estas deliciosas espumitas de limón con semillas de amapola, necesitarás reunir los siguientes elementos: 2 huevos, 80 gramos de azúcar, 4 cucharadas soperas de queso crema, 50 mililitros de aceite de girasol, el jugo y la ralladura de 1 limón mediano, un chorrito de esencia de vainilla, 1 taza de harina 0000, 1 cucharada de polvo de hornear, 1 cucharadita de bicarbonato y 2 cucharadas de semillas de amapola.
Paso a paso para hacer espumitas de limón
El proceso de preparación de las espumitas de limón comienza batiendo los huevos con el azúcar hasta que dupliquen su tamaño. Luego, se agrega el aceite, la esencia de vainilla, el queso crema, y se vuelve a batir hasta obtener una mezcla homogénea. Posteriormente, se incorpora el jugo de limón y su ralladura, seguido de la harina tamizada junto con el polvo de hornear y el bicarbonato. Se integran bien todos los ingredientes, y finalmente se añaden las semillas de amapola, asegurándose de distribuirlas de manera uniforme.
Una vez lista la masa, se vierte en un molde de silicona y se cocina en un horno precalentado a 170 grados Celsius por un período de 20 a 25 minutos, hasta que las espumitas estén doradas y cocidas por dentro. Si deseas agregar un toque extra de sabor, puedes optar por preparar un glaseado opcional: una mezcla de azúcar impalpable y jugo de limón que se aplica sobre las espumitas de limón una vez que estén frías.
Las semillas de amapolas complementan con el limón
El resultado final es una delicia esponjosa y llena de sabor, donde el queso crema proporciona una suavidad inigualable, y las semillas de amapola añaden ese toque crujiente y aromático que las hace únicas. Al integrarse en la masa, las semillas de amapola añaden una sutil pero perceptible nota de nuez que complementa a la perfección el vibrante sabor del limón.
Además del sabor, también aportan beneficios nutricionales. Son una excelente fuente de fibra, grasas saludables y minerales como el calcio y el hierro, lo que añade un valor nutricional adicional a estas delicias. Es un detalle que transforma este postre clásico en una experiencia gastronómica memorable y digna de ser disfrutada en cualquier ocasión.