Desde el siglo XIII, Plasencia rememora cada año la Pasión y Muerte de Cristo por calles y rincones únicos. Así comienza el tráiler del documental sobre la Semana Santa de Plasencia, que pretende ser pieza fundamental para la declaración de interés turístico nacional, de una fiesta llena de sentimiento, devoción y momentos únicos que hacen que este evento religioso sea reflejo de la identidad y el espíritu placentino.
El tráiler, que podrá verse a través de las redes sociales oficiales del Ayuntamiento de Plasencia, pretende ser un resumen de lo que será el documental. En apenas minuto y medio «es capaz de trasladar al espectador y sumergirlo dentro de las celebraciones y las Estaciones de Penitencia de una Semana Santa con más de 800 años de historia» ha explicado Belinda Martín, concejal de turismo del Ayuntamiento de Plasencia, quien ha insistido además en que «una vez ves el tráiler quieres ver más, quieres vivir la Semana Santa de Plasencia, de ese modo tan especial en el que la vivimos los Placentinos».
El documental es fruto de más de 16 horas de grabación durante la Semana de Pasión, en el que se podrán ver las diferentes celebraciones relacionadas con la fiesta religiosa y cultural, pero sobre todo «transmite sentimiento, refleja lo que nos hace especial y únicos, en definitiva lo que hace que nuestra Semana Santa sea merecedora de la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional», ha insistido Martín, quien ha invitado a compartir la publicación del tráiler «para que llegue a todos los rincones del mundo» y sirva para crear expectación de cara al estreno del documental completo.
Una Semana Santa con un sello muy personal
La Semana Santa de Plasencia es una fiesta viva, en constante crecimiento y evolución, en la que participan más de 14.000 cofrades acompañando a los casi 30 pasos que procesionan por las calles llenas de fieles, curiosos y turistas. Sus 800 años de historia le dan solera pero es su evolución constante lo que la hace especial, la implicación de los jóvenes lo que asegura su continuidad en el tiempo.
Definir la Semana Santa de Plasencia es prácticamente imposible, una fiesta mestiza propia del crecimiento continuo de sus celebraciones religiosas y de su situación estratégica como cruce de caminos, en el corazón de la Vía de la Plata. Las procesiones en Plasencia convergen la solemnidad más austera propia de los campos de Castilla con las celebraciones cargadas de sentimiento características del sur de la península. La Semana Santa en Plasencia es en sí única, con un arraigo popular religioso común en muchos lugares de España, pero con expresiones que ponen forma al patrimonio intangible de una ciudad histórica donde la cultura popular y el patrimonio histórico se funden de manera indivisible.
Jóvenes que impulsan una tradición centenaria
Es común durante la celebración de la Semana Santa encontrarse con grupos de jóvenes que acuden a las puertas de la Iglesia de Santo Domingo a ver la salida monumental de las Estaciones de Penitencia, las prisas de los jóvenes cofrades que ya vestidos llegan horas antes al Templo Cofrade para preparar enseres; nervios de última hora y plegarias para que la procesión transcurra sin problemas.
La juventud cofrade es uno de las insignias de la Semana Santa de Plasencia, una suerte que garantiza la continuidad, pero que además la actualiza y llena de vida. Prueba de este hecho es la puesta en marcha de una nueva Hermandad, liderada por un activo grupo de jóvenes y en la que los más pequeños adquieren un protagonismo fundamental.
Historia de una nueva hermandad
Hace siete años nacía la agrupación parroquial sacramental del Santísimo Cristo del Calvario y Nuestra Señora de la Amargura, convertida en Hermandad y conocida ya popularmente como Hermandad del Calvario. Este año 2024 supone un hito en la historia de esta joven Hermandad y de la Semana Santa de Plasencia, la incorporación del Cristo del Calvario a la imaginería Placentina es ejemplo de la evolución de la celebración.
Este año la recién creada Hermandad del Calvario se ha unido a los actos religiosos gracias al Cristo del Calvario, obra del imaginero sevillano Fernando Aguado, que llegó la última semana de Cuaresma a la ciudad y fue acompañado por cientos de devotos en su bendición, procesión y posterior Vía Crucis por las angostas y recogidas calles medievales hasta la parroquia el Salvador, donde descansará hasta la noche del Domingo de Ramos de 2025, fecha en la que volverá a salir a las calles.
