El PNV agita el miedo y Bildu recoge las nueces: la estrategia de la legitimación

El PNV, el partido «travestido de izquierda abertzale», según definió Isabel Díaz Ayuso, ha agitado el miedo a Bildu y a Vox, a partes iguales, ante la fuga masiva de votos y de indecisos.

Los de Imanol Pradales están acorralados por la izquierda y la derecha, especialmente por el PP de Javier de Andrés, que poco a poco va afianzando sus opciones de ser decisivo a la hora de impedir un gobierno vasco de Bildu. Los nacionalistas vascos de Andoni Ortuzar han cargado contra el PP por pactar con Vox, pero se olvidan que ellos mismos han dado sus votos al PSOE de Pedro Sánchez junto a Bildu y los comunistas de Sumar.

Pello Otxandiano
Bildu, liderado por Pello Otxandiano, propone al PNV gobernar en coalición

El PNV llegó a asegurar que «no es de derechas», pero tampoco es de izquierdas, mostrando así una formación sin rumbo ideológico y que solo busca mantenerse en el poder. De hecho, en las últimas legislaturas, los nacionalistas no han obtenido apenas réditos políticos, a excepción del pacto con el PSOE para dar su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, que apenas pasó desapercibido, pero ambas formaciones muestran con puntos y comas las mismas aspiraciones, como «garantizar el autogobierno mediante su actualización y ampliación, y el relativo al reconocimiento nacional de Euskadi».

Asimismo, mostraron su unión para que la andadura «iniciada por la sociedad vasca en el marco institucional y de autogobierno definido por su Estatuto ha constituido una base sólida sobre la que cimentar las aspiraciones y nuevas competencias para el autogobierno». También, para «la necesidad de dialogar sobre posibles soluciones en un marco de negociación, encontrando las vías políticas y democráticas para su resolución». «Ambas partes están de acuerdo en que el autogobierno vasco debe entrar con urgencia en una nueva fase de desarrollo y ampliación», sellaron Sánchez y Ortuzar.

PRADALES, PERDIDO Y SIN RUMBO EN LA CAMPAÑA VASCA

«Quien invita ahora a cambiar a ciegas la casa construida con tanto esfuerzo y sacrificio entre todos», ha arengado Pradales, contagiado por el miedo infundido por Bildu. El líder del PNV, agredido horas antes del debate de EiTB con un spray de pimienta, ha cargado contra Bildu sacando a pasear su pasado de ETA, a pesar de pertenecer al mismo bloque en el Congreso de los Diputados.

Unos sacuden el árbol, pero sin romperlo, para que caigan las nueces, y otros las recogen para repartirlas

No obstante, el PNV también tuvo su relación secreta con el entorno de ETA. Muestra de ello es la frase de Xabier Arzalluz: «No conozco ningún pueblo que haya alcanzado su liberación sin que unos arreen y otros discutan. Unos sacuden el árbol, pero sin romperlo, para que caigan las nueces, y otros las recogen para repartirlas». La frase fue recogida en una de las actas de Herri Batasuna (HB), el partido que lideró Arnaldo Otegi, en 1990.

ARZALLUZ SE SENTÓ CON ETA A ESCONDIDAS

«El enemigo número uno es el de siempre, aunque ahora gobernemos con él. Ellos no se fían de nosotros. Hacen como que sí, pero no, y a veces se les escapan cosas», afirmó el propio Arzalluz, cuyo partido gobernaba con los votos del PSOE en el País Vasco, en su entrevista con dos de los políticos que apoyaban a los encapuchados y terroristas de ETA.

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.
El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

Sobre Felipe González, el exlíder del PNV aseguró que el expresidente del Gobierno «no se fía de mí». «No se fían de nosotros ni con la Ertzaintza ni con las cárceles. A Cataluña le han transferido hace tiempo la competencia penitenciaria. A nosotros no, porque no se fían», aseguró. No era para menos.

EL PNV Y LA NEGOCIACIÓN BASADA EN LA TRAICIÓN

La política penitenciaria emprendida por el PNV ha permitido dar privilegios a centenares de etarras, algunos de ellos con delitos de sangre. Asimismo, se quejaba de Madrid por intuir que el objetivo el PNV y de ETA era el mismo, como han demostrado durante décadas, unos con más autogobierno hasta alcanzar la independencia, y otros tratar de conseguirlo por la vía rápida. De hecho, la prueba está en el plan Ibarretxe, que llegó casi al final de ETA y por el que el entonces líder jetzale fue inhabilitado por tratar de saltarse el Estatuto de autonomía vasco.

Arzalluz, además, se pavoneó de tener apoyos en Alemania, especialmente por el CSU, un partido democristiano fruto de la alianza de varias formaciones. «Los alemanes más de una vez nos han expresado su apoyo diciendo que nuestras aspiraciones son perfectamente asumibles en la Europa del futuro», afirmó. No obstante, una cosa es tener un apoyo de boquilla y otra disponer de un compromiso firme. El caso de Cataluña es una muestra de ello. Muchos independentistas afirmaron tener el apoyo de extranjeros, pero no se consumó ni uno solo a la hora de la verdad.

LAS ACTAS DE HB (ETA) CON EL PNV

«Nosotros tenemos un plan diseñado ya y le hemos puesto fechas. La soberanía de Euskadi, estilo Lituania, a proclamar entre el 1998 y el 2002. Lo que es impresentable en Europa es andar a tiros», afirmó Arzalluz. Pues ni en el 98 ni en la década del 2000, como tampoco con el plan de Juan José Ibarretxe.

«Al final, tendremos que llegar a algún acuerdo porque, para conseguir lo que buscamos, tendremos que gobernar con vosotros», aseguró Gorka Agirre, según las actas de HB. Así las cosas, diga lo que diga el PNV en campaña, el socio natural de la derecha vasca es el PSOE, que a su vez apunta directamente a los nacionalistas y a Bildu, rompiendo así la España plurinacional que venden en el Congreso de los Diputados. Y es que, en esta contradicción nadan ahora los del puño y la rosa de Eneko Andueza, que han desempolvado a Zapatero para ayudar a tapar la sangrante fuga de votos.

Los grandes planes de futuro del PSE-EE con la EITB frente a Sumar | Foto: PSE
Los grandes planes de futuro del PSE-EE con la EITB frente a Sumar | Foto: PSE

No obstante, el PSOE de Pedro Sánchez muestra antes a Zapatero que el líder, más preocupado por recorrer medio mundo con Óscar Puente, ministro de Transporte, que por las elecciones vascas. Y es que, la estrategia de la legitimación consiste en encumbrar a los partidos de izquierdas e independentistas, como se hizo en Galicia con el BNG y con el PSOE de Besteiro cosechando el peor resultado de su historia.

ANDUEZA, UNA MÁQUINA DE VOTOS…PARA BILDU

«No sé quién será el próximo lehendakari, pero sí sé quién va a mandar: Eneko Andueza», ha sentenciado José Luis Rodríguez Zapatero, que deja así la puerta abierta a un Gobierno con Bildu o con el PNV. Pero la estrategia tiene un gran cabo suelto.

El pacto entre PNV y Bildu no entra dentro de los planes del PSOE, era una opción prácticamente descartada, pero Arzalluz no la descartó y los de Otegi tampoco. Cabe recordar que los nacionalistas vascos no tienen ahora ideología y un pacto con Bildu abriría la puerta para cambiar el Estatuto vasco y presionar conjuntamente a Madrid para alcanzar un referéndum de independencia, coincidiendo con el anhelo de ERC y Junts más Puigdemont en Cataluña.

Andueza se ha dado cuenta tarde de esta estrategia y ha llamado a tocar todas las puertas de todos los rincones del País Vasco para tratar de convencer a los indecisos y quienes se quedarían en la abstención antes que andar los metros para depositar su voto en las urnas. «Hay un partido y un proyecto a la medida de lo que necesita este país: el PSE», ha afirmado.

No obstante, son palabras huecas ante las sangrantes fotos de Sánchez con los líderes de Bildu en el Congreso de los Diputados. Los herederos de ETA han conseguido tener la legitimación, alimentada por un PSOE necesitado de apoyos y los seis de Bildu son cruciales. De hecho, los de Pello Otxandiano han afirmado que mantendrán su apoyo al PSOE.

Para Zapatero, el País Vasco necesita «lo que mejor sabe hacer el PSOE (…) las políticas sociales y la política de convivencia». Las mismas palabras que utiliza el PNV. Eso sí, el PSOE descarta por completo ostentar un cargo de Lehendakari, pero pondrán toda la carne en el asador porque «va a mandar».