Sumar teme que la campaña ‘de brazos caídos’ de IU les deje fuera del Parlamento vasco

El pacto de Sumar con Catalunya en Comú y Compromís para las europeas podría relegar al cuarto puesto a Izquierda Unida, que tras las elecciones vascas decidirá si se vuelve a dejar doblar el brazo por Yolanda Díaz y aceptar un lugar que no les asegura 1 europarlamentario (ya que las horquillas más bajas de las encuestas apuntan que podrían lograr solo 3).

La vicepresidenta cree que lograr representación en Euskadi, en contra de lo que barruntan varios sondeos, podría facilitar el acuerdo pese a que en Sumar están detectando que en sectores de la rama vasca de Izquierda Unida, Ezker Anitza, no están apretando lo suficiente en la campaña de las vascas.

Cabe recordar que Ezker Anitza formaba parte de Elkarrekin Podemos, pero desde IU se instó a llegar a un acuerdo con Sumar, que se quedó el puesto número 1 por Vizcaya (el que más posibilidades tiene que lograr) y relegaron a su candidato Jon Hernández a Álava (pese a que Izquierda Unida cuenta con una estructura muy superior a la de los ‘yolandistas’).

MONCLOA.com ya publicó que sectores de Ezker Anitza reconocieron que el pacto al que han llegado conm Sumar «está teledirigido desde Madrid» y podría dejarles fuera de la Cámara vasca, tal y como ocurrió en 2012 tras el divorcio con la Ezker Batua de Javier Madrazo.

Sumar
Yolanda Díaz.

Jon Hernández, que según las mismas fuentes sí está poniendo toda la carne en el asador, afirmó que en Euskadi siempre «ha habido un espacio progresista y es importante que garanticemos a las mujeres y hombres que se identifican con ese espacio una representación en el Parlamento vasco, porque esta sociedad también es esa izquierda transformadora que quiere cambiar el país».

Hernández, líder del PCE en Euskadi, cree que deben «aspirar a ser ese espacio de izquierdas que diga claramente que no queremos ser muleta del PNV, sino una izquierda que quiera construir una alternativa para cambiar este país. Solo cambiando las políticas vamos a cambiar un modelo económico caduco. Con las mujeres y los hombres trabajadores de este país, que necesitan servicios públicos y un reparto equitativo de la riqueza. Vamos a estar con fuerza en el próximo parlamento con nuestra candidata a la lehendakaritza Alba García».

ALBA GARCÍA SE MUESTRA ILUSIONADA

Pese a lo cual, la número 1 de Sumar Alba García ha pedido «apoyo en este camino para el que hemos decidido unirnos y que haremos juntas. Un camino, que como sabéis, muchas veces no será fácil, que va a requerir de todos nuestros esfuerzos; de sacar lo mejor de nosotras mismas. Un camino que, sobre todo, merece la pena, porque sin duda, de él depende que en Euskadi hagamos políticas progresistas y útiles para la mayoría, tal y como estamos haciendo en el gobierno de coalición».

La candidata a lehendakari se ha felicitado «por haber conseguido un acuerdo político que hoy pone en valor la importancia del entendimiento y del diálogo. Un preacuerdo que, permitidme subrayarlo, es una invitación a que otras fuerzas políticas puedan sumarse, ya que el reto que asumimos hoy es solo el comienzo de un proceso ilusionante de trabajo en común».

García cree que tienen que ser «capaces de ofrecer soluciones a lo que está pasando en Euskadi y de ofrecer un futuro esperanzador, un futuro ilusionante. En Sumar miramos hacia adelante, con un proyecto ilusionante, que, además, es capaz, y lo hemos demostrado, de gobernar para la gente. Con políticas que no tratan de nosotras mismas, sino que trabajan para que las personas puedan llevar adelante sus proyectos de vida, trabajamos por el proyecto de una vida buena para todas las ciudadanas de Euskadi. En estos tiempos donde a veces en la agenda política se imponen otros debates, nosotras hemos venido a hacer lo que decimos y a hablar de lo que importa: la vida de la gente, de las condiciones para hacer posible los proyectos de vida de las vascas y los vascos».

La ex trabajadora de Podemos dice que en Sumar desean «un futuro donde los servicios públicos como la sanidad y la educación, sean de calidad. Una educación pública de calidad; inclusiva, y equitativa, que fomente el pensamiento crítico y la creatividad, y que esté a la altura de las necesidades de una sociedad cambiante y diversa. Un futuro en el que los cuidados se pongan verdaderamente en el centro de la agenda política, y se asuman desde las instituciones».