La Iglesia española pide vías legales y seguras para migrantes, cierre de CIE y atención a menores solos

La Conferencia Episcopal Española (CEE) pide la apertura de vías legales y seguras para los migrantes, el cierre de los centros de internamiento para extranjeros (CIE), y programas eficaces para la integración de los niños y niñas migrantes y jóvenes no acompañados una vez alcancen la mayoría de edad.

Así lo detallan los obispos españoles en la Exhortación Pastoral ‘Comunidades Acogedoras y Misioneras. Identidad y Marco de la pastoral con migrantes’, que orientará la misión de la Iglesia en España en el ámbito de las migraciones en los próximos años. El texto de más de 70 páginas ha sido presentado este lunes en una rueda de prensa en la sede de la CEE, con la participación del cardenal José Cobo; el director del departamento de Migraciones de la CEE, Xabier Gómez; y Melania Flores, peruana, de la parroquia San Millán y San Cayetano de Madrid.

En el documento, los obispos españoles llaman a ser «críticos con narrativas que, bien despreocupados por las causas de las migraciones, bien instrumentalizando el sufrimiento, utilizan a los migrantes o refugiados como arma política» y, con el Papa Francisco, piden la apertura de «vías legales y seguras» para los migrantes.

Respecto a los centros de internamiento para extranjeros, la Iglesia en España aboga por su cierre y, en su caso, por «la búsqueda de otras alternativas para los casos necesarios». En este punto, y mientras continúen abiertos, animan a los capellanes de los CIE a «conformar equipos y reforzar la atención pastoral y el cuidado integral de los internos».

En cuanto a los menores extranjeros que están solos en España, la Conferencia Episcopal Española propone que las administraciones públicas desarrollen «programas eficaces para la integración» de los niños y niñas migrantes y jóvenes no acompañados una vez alcancen la mayoría de edad.

Por otra parte, los obispos españoles llaman a los responsables de las comunidades católicas a «cuidar la maternidad en situaciones vulnerables». Según precisan en el documento, se trata de «detectar y proteger» a las mujeres migradas embarazadas y a las mujeres solas con niños a su cargo, e «identificar potenciales víctimas de la trata, asegurándoles el apoyo necesario y la derivación a proyectos de protección cuando la situación lo requiera». «Para ello necesitaremos la coordinación con las entidades diocesanas que ya realizan esta atención de forma global», subrayan.

Asimismo, invitan a las delegaciones o secretariados a «trabajar en red» y entrar en relación con la pastoral penitenciaria, ya que «los centros penitenciarios también son espacios de gran diversidad cultural y religiosa para el cuidado pastoral de las personas privadas de libertad».

PROMOVER LA PARTICIPACIÓN ACTIVA

La Iglesia española también anima a los párrocos y quienes asumen responsabilidades pastorales, a «promover la participación activa» de los migrantes católicos en la vida de las diócesis y las parroquias, involucrándolos especialmente en los consejos pastorales parroquiales, y «en cualquier organismo o responsabilidad pastoral donde no suelen estar, para que sean sujetos activos y no solo destinatarios de la evangelización». «Esta participación inclusiva e intercultural afortunadamente ya es una realidad que hay que proseguir en la vida consagrada y cada vez más en la vida parroquial», aclaran.

En este sentido, propone a los responsables de los programas pastorales diocesanos, parroquiales, de vida consagrada, movimientos, santuarios, centros educativos, etc., «revisar si sus actividades de misión facilitan o no, la acogida, participación e inclusión de los migrantes y refugiados».

La Conferencia Episcopal Española pide evitar actitudes de discriminación o diferencia entre minorías o identidades, donde lo esencial no sea la pertenencia a un lugar, sino la participación en la vida social; y orientar y ayudar a las personas migradas en los trámites burocráticos con las administraciones públicas, y fomentar la coordinación con las administraciones para facilitar la integración y regularización administrativa de migrantes y refugiados.

Proponen, asimismo, a las delegaciones o secretariados de migraciones que, junto con Cáritas y las oficinas diocesanas de comunicación, «concreten el modo de transmitir por todos los medios posibles narraciones que muestren a la comunidad cristiana lo positivo que aporta la migración a las comunidades y a la sociedad, así como la forma de desmentir bulos».

Los obispos españoles agradecen a las personas y familias migradas su «valiosa aportación a la revitalización» de la sociedad y, en el caso de los católicos, también su «contribución a revitalizar» la Iglesia.