Ayuso se abona a la ‘Serranodependencia’ para sortear sus frentes abiertos

La euforia del centro-derecha en la primavera del pasado año cristalizó en una España teñida de azul tras las elecciones municipales y autonómicas de mayo, que se suponían el trampolín ante el regreso del Partido Popular a La Moncloa.

Ese estado de ánimo invitó baronesas autonómicas como la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso a confeccionar un Gobierno repleto de perfiles técnicos que fue anunciado apenas 4 días antes de las elecciones generales que acabaron con una amarga victoria para Alberto Núñez Feijóo.

Pedro Sánchez celebró los resultados y los votantes ‘populares’ apuntillaron a su candidato al gritar en favor de Díaz Ayuso, que ya había anunciado un Gobierno sin perfiles políticos tras la salida de Enrique Ossorio a la presidencia del Parlamento (después de haber ejercido como vicepresidente y consejero de Educación y Universidades) o la marcha, en este caso se dijo que voluntaria, de Javier Fernández Lasquetty a la empresa pública tras haber gestionado Economía, Empleo y Hacienda.

Díaz Ayuso, en sorprendente decisión, no nombró a vicepresidentes pese a que el cargo lo está ejerciendo, de facto, Alfonso Serrano, secretario general del PP de la Comunidad de Madrid desde poco después de la caída de Pablo Casado, parlamentario madrileño, senador por designación autonómica y tertuliano de programas como ‘Todo es mentira’ de Cuatro.

SERRANO SE MULTIPLICA PARA APLACAR EL ATAQUE

Serrano se ha multiplicado en las últimas fechas en los infinitos frentes que tiene abierta la presidenta, en guerra con el presidente Pedro Sánchez, Más Madrid, la líder regional de Vox Rocío Monasterio e incluso sectores ‘exsorayistas’ del PP estatal.

Al número 2 del PP madrileño ha tenido que torear en platós televisivos preguntas sobre la guerra de Miguel Ángel Rodríguez contra medios como eldiario.es, el «me gusta la fruta» de su jefa contra Sánchez (que es un eufemismo de «hijo de puta»), las polémicas de Telemadrid (en mínimos de audiencia entre denuncias por presunta manipulación) o la controvertida designación de Joaquín Leguina al frente de la Cámara de Cuentas.

Serrano también ha explicado su reunión con el novio de la presidenta madrileña, Alberto González Amador, que ha admitido sus delitos ante Hacienda pese a que la Comunidad de Madrid le presentó como una víctima del fisco.

Ayuso
Ayuso.

Desde la antigua Casa de Correos, que ejerce como sede de la Comunidad, se acusa a La Moncloa de haber promovido una campaña mediática con los delitos del novio de Ayuso para aplacar el ‘caso Koldo’, pero sea como fuere los asuntos de Alberto González Amador han acabado afectando al estado de ánimo e imagen de la presidenta.

Este golpe ha afectado al ‘ayusismo’, que según algunas voces ha perdido peso en su influencia hacia Núñez Feijóo, ha sufrido que Rocío Monasterio filtrase los datos de los medios contratados con publicidad institucional de la Comunidad de Madrid, ha visto como Federico Jiménez Losantos les pedía desde Es Radio que dejasen de defender al novio de la presidenta o tiene dificultades para denunciar las políticas de José Luis Martínez-Almeida, que ha prohibido la concesión de nuevos pisos turísticos asumiendo en parte las políticas del ‘carmenismo’ (que desde Más Madrid le afea al alcalde y a la presidenta sus complicidades con Israel).

SERRANO, EL ESCUDO DE AYUSO

Los problemas de Díaz Ayuso han obligado a su jefe de Gabinete Miguel Ángel Rodríguez a salir a los focos tras varios años sin hacerlo o a multiplicarse a su mano derecha Alfonso Serrano, que hace unos días interrogó al exministro y diputado José Luis Ábalos en el Senado.

En la comisión de investigación, según Serrano, se demostró «que hay una connivencia clara con el PSOE, que le abrió las puertas del Gobierno a Koldo García, las puertas del PSOE a Aldama y le abrió Barajas a Delcy Rodríguez«.

«¿Qué hacía Víctor Aldama, en calidad de qué, por la noche, junto a Koldo, y a usted –Ábalos- en el aeropuerto, en un asunto como la llegada de Delcy Rodríguez y las famosas 40 maletas?», se preguntó el senador madrileño.

Menos cómodo se vio días atrás a Serrano ante Risto Mejide, que le preguntó en ‘Todo es mentira’ por su reunión con Alberto González Amador. «El novio de mi jefe y amiga, la presidenta de la Comunidad de Madrid, y nos conocemos. Sí, ¡Uau! Y me tomo una Coca-Cola delante de todo el mundo. ¡Impresionante!».

«Lo que digo es que si quisiese ocultar algo me voy a una habitación de hotel, como hace la mujer del Presidente del Gobierno, me voy al reservado de ‘La Chalana’ o del ‘Ranses’, pero me voy a un bar lleno de gente, en una mesa alta y pegada a la cristalera de la calle. Sabes que dio la cara, pero siento bochorno porque me parece alucinante que estemos haciendo noticia de esto», añadió.

SERRANO SE DEFIENDE ANTE LA OFENSIVA

Mejide no tuvo conmiseración con su colaborador, que aseguró que la cita fue una mera casualidad: «Respeta nuestra inteligencia, por favor. Explícanos qué pinta con este señor sentado en estos momentos, de qué estabais hablando, por qué habéis quedado en ese bar. ¿El secretario general del PP se toma una Coca-Cola con todo el mundo, en estos momentos en los que hay una investigación sobre este señor, que se acaba de querellar contra la fiscalía, que es el novio de tu jefa? ¿Me estás diciendo que todo es casual y qué podría ser cómo cualquier ciudadano? ¿De verdad, Alfonso?».

La estrella de Mediaset, remató: «El problema es que te estás riendo de los 2 millones de espectadores que tiene este programa, pero allá tú. Y yo te haré las preguntas que tengo que hacerte y las preguntas que, en teoría y si no tuviese nada que ocultar, tendrías que contestar sin ningún problema, y no lo estás contestando».

Sea como fuere, Serrano sigue siendo uno de los principales activos del ‘ayusismo’, que paga el diseño del Ejecutivo que realizaron en otro momento político.