Carlos Cuevas inició en la actuación desde muy temprana edad, convirtiéndolo en uno de los intérpretes más prometedores de su generación. Comenzó su carrera artística en el teatro a los 7 años, participando en diversas obras infantiles, hasta que dio un salto en la televisión, en donde llegó a grandes producciones como «Merlí».
Sobre su éxito temprano, el actor habló en una entrevista y reveló cómo sobrellevó la fama estando tan joven. «Te puede desestabilizar muchísimo y es una edad muy peligrosa. Yo tengo la sensación de que como antes de ser actor adolescente fui niño actor, no me vino de nuevo. Yo ya sabía un poco de qué iba la movida, ya le había visto las orejas al lobo. Pero sí que he visto gente a mi alrededor, tanto en Madrid como en Barcelona, con grandes problemas», aseguró en aquella oportunidad.
La crítica de Carlos Cuevas a la industria del entretenimiento español
En ese mismo tono, hablando de la fama y de las diferencias entre las industrias españolas y americanas, Carlos Cuevas fue enfático al lanzar una crítica filosa al mundo de la farándula nacional, resaltando que las apariencias predominan en el mercado, cuando hay actores que viven una realidad económica diferente y escasa.
«Tendríamos que intentar que las galas y la industria se adaptaran a la realidad, porque estamos jugando a Hollywood y aquí la peña come atún en lata en su casa después de una gala. Un amigo mío una vez decía, y me daba mucha risa, que en esta profesión en las galas comes increíble, pero luego llegas a tu casa y te comes una lata de atún porque no hay para más. A veces me parece muy incómodo, y encima los tíos tenemos un privilegio absoluto de librarnos de según qué presiones estéticas, pero es fuerte la presión estética de toda esta industria», señaló muy crítico.
La fuerte reflexión de Carlos Cuevas

Asimismo, el intérprete de Pol Rubio en «Merlí», reflexionó que no le parece bien que se genere la imagen de élite y que por tal motivo, se atrevería a cambiar algunas cuestiones que no tienen sentido. Sobre la fama, advirtió que vio a muchos compañeros malgastar el dinero de éxitos pasajeros y no preocupándose por su futuro.
«Yo empecé muy pronto y vi al que se le iba la cabeza y se compraba un coche de 50.000 euros y pensabas, pero qué hace este. Vi pronto el peligro de las drogas, que es un gran tema en esta profesión. Un tema transversal y profundamente peligroso, y es muy fácil caer ahí porque se encumbra a la gente», manifestó Carlos Cuevas, afirmando que él se libró de estas luchas gracias a sus referentes que fueron un soporte y buen ejemplo.