Yolanda Díaz ha perdido completamente el rumbo. Su ascenso, de la mano de Pablo Iglesias y Podemos, se le pudo subir más a la cabeza de lo esperado en una líder política sustentada en una amalgama de partidos de izquierdas, pero con distintas visiones, preocupaciones y sensibilidades. Lo intentó y trató de aunarlos a todos bajo el paraguas de Sumar. Pero poco a poco, como ocurre con los remiendos, las costuras ceden y rompen.
Díaz se presentó como un azote de la línea comunista, de la dura visión de la izquierda, azote de ricos y banqueros, pero la fachada tenía los pies de barro. Comenzaron sus errores, empezando por vetar a Podemos en el Gobierno, apartándoles de todas las decisiones clave y acorralándoles en las instituciones, incluso con críticas públicas a la dirección de los ‘morados’.
No obstante, mientras Podemos cargaba abiertamente contra Amancio Ortega, Yolanda Díaz mostró sus simpatías por el fundador de la empresa que más llegó a valer en España. Era un contrapeso al discurso de Podemos. La líder fucsia tenía una única misión bajo el paraguas de Pedro Sánchez: acabar políticamente con Podemos. Lo intentó con una opa hostil a través de Sumar, pero los ‘morados’ lo esquivaron saliendo del grupo para recalar en el mixto. Las amenazas desde Cataluña, con Ada Colau también presente, no surtieron efecto y los de Irene Montero tiene en sus cuatro escaños posibles llaves para bloquear o aprobar leyes.
Mientras Díaz hace la guerra con Podemos, otro frente se abre a su derecha. El PSOE de Pedro Sánchez trata de silenciar a Sumar con la intención de integrar al partido mediante una opa hostil o bien desactivar a sus bases, sembrando la discordia y afeando sus gestos en público. Ejemplo de ello fue la visita ‘sorpresa’ y no programada de Díaz a Bruselas para visitar a Carles Puigdemont con Jaume Asens.
Desde el PSOE afirmaron desconocer este viaje y lo criticaron abiertamente. No obstante, una semana después, el PSOE inició su negociación con Junts, con foto incluida de Santos Cerdán con Carles Puigdemont y de Pedro Sánchez con Míriam Nogueras en el Congreso de los Diputados. De ahí que después se acallaran las críticas al polémico viaje de Díaz al legitimar por primera vez a Junts.
Los propios socialistas ejecutaron directamente un pacto de legislatura, inconcreto, pero acuerdo al fin y al cabo, firmado en Waterloo
Los propios socialistas ejecutaron directamente un pacto de legislatura, inconcreto, pero acuerdo al fin y al cabo, firmado en Waterloo. El desarrollo del mismo se está realizando en la mesa de Suiza, la única baza que le queda a Puigdemont para intentar gobernar la Generalitat desde el extranjero ya que, hasta que no se apruebe la ley de amnistía, no tendrá la posibilidad de regresar a España.
A pesar de las precipitaciones del PSOE a la hora de ningunear a Sumar y Yolanda Díaz, las noticias negativas no han pasado desapercibidas por ningún medio. Primero, la salida de Podemos al grupo mixto cercenó toda posibilidad de entrar en la Xunta de Galicia, mientras en el País Vasco, la principal candidata se ha tenido que conformar con el puesto de asesora del único diputado fucsia en la Comunidad Autónoma.
EL NINGUNEO DEL PSOE A YOLANDA DÍAZ Y SUMAR
En Cataluña, por su parte, Comuns Sumar se mantiene con dos escaños menos respecto a las elecciones de 2021, hasta alcanzar los seis. Si hubiera tripartito, con PSC y ERC, la formación sería decisiva. De cara a las europeas, Jaume Asens tendría posibilidades, pero también Irene Montero, cabeza de lista de Podemos. Estos comicios medirán mejor las fuerzas y la capacidad de movilización de unos y otros.
Por otro lado, no pasan desapercibidos los errores de bulto de Ernest Urtasun, ministro de Cultura, y de Íñigo Errejón, líder de Más País. Entre estas meteduras de pata se encuentra la promesa de rebajar el IVA a las obras de arte, una medida anunciada en plenas elecciones gallegas, un craso error de cálculo que provocó la espantada. Asimismo, Errejón puso en marcha Sumar sin consultar ni con IU ni Compromís, dos apoyos necesarios. De hecho, IU ha cambiado ahora el liderazgo, entregando la cúpula al equipo de Antonio Maíllo, muy por delante de Sira Rego, que se mantendría de ministra.
UN PROISRAELÍ, DE DOS; Y UNA MINISTRA DERROTADA
Asimismo, el fichaje de Agustín Santos también tuvo cola. Sumar ha dirigido todos sus esfuerzos en atacar a Israel, mientras Santos es conocido por su afinidad con el pueblo judío. Además, tampoco habrá solución si se integran en el grupo de los verdes, la izquierda unitaria europea, que nunca ha tenido peso en España.
Otro de los talones de Aquiles de Yolanda Díaz es su simpatía con Atresmedia, como muestra que apareciera en la entrega del Premio Planeta o en la fiesta del 18 aniversario de La Sexta. Y es que, esta afinidad también se critica en los foros internos de Sumar por los audios de Antonio García Ferreras contra Iglesias, mostrados en el diario del exvicepresidente del Gobierno y exlíder morado.
LAS PIFIAS DE URTASUN INCIDEN EN SUMAR
Con todo, Yolanda Díaz busca aún su acomodo en el bloque progresista y marca distancias con el ‘sanchismo’, con el que luego pacta y abraza en público con afecto y confianza. No obstante, el tiro les sale por la culata. El PSOE no respalda la deriva ideológica contra la tauromaquia, mientras que mantiene un respeto institucional a la operación del año: la opa hostil del BBVA a Banco Sabadell. Sumar trata de impedirla por la vía de los hechos consumados, con un veto del Gobierno, sin dejar hablar antes a Competencia y al propio Banco Central Europeo.
Otro de los frentes a los que se ha sumado Yolanda Díaz es Palestina, con un números dos proisraelí, ¿qué puede salir mal?