La gastritis crónica es una condición gastrointestinal común que involucra la inflamación del revestimiento del estómago, lo que puede causar una variedad de síntomas molestos como dolor abdominal, acidez estomacal, náuseas y sensación de saciedad. Para aquellos que sufren de esta afección, adoptar una dieta adecuada puede ser fundamental para aliviar los síntomas y promover la curación del estómago.
La dieta para la gastritis crónica se centra en suprimir los alimentos y hábitos que irritan la mucosa gástrica, así como en incorporar alimentos que sean suaves para el estómago y que promuevan la salud digestiva. Al seguir cuidadosamente estas pautas dietéticas, es posible mejorar rápidamente la condición y reducir la frecuencia e intensidad de los síntomas asociados con la gastritis crónica.
Cómo mejorar la gastritis crónica
Para mejorar rápidamente la gastritis crónica, es crucial adoptar una dieta cuidadosamente seleccionada. Primero, debes evitar los irritantes de la mucosa gástrica, como los alimentos picantes, condimentados, cítricos, cafeína, alcohol, tabaco y aspirina. En su lugar, opta por cinco o seis comidas pequeñas al día, respetando los horarios de comida y evitando acostarte inmediatamente después de comer. Es esencial masticar los alimentos adecuadamente y comer despacio, además de ingerir líquidos 30 minutos antes o después de las comidas sólidas, preferiblemente a temperatura tibia o ambiente.
Reducir las porciones de alimentos grasos también es importante, ya que la grasa puede ralentizar la digestión y aumentar la secreción de ácidos gástricos, provocando dolor. Además, considera incluir fuentes de fibra en tu dieta como medida preventiva, aunque si la gastritis está en fase aguda, es mejor disminuir su consumo. Por último, manejar el estrés con prácticas como el yoga o la meditación puede ser beneficioso para tu salud digestiva.
Alimentos que alivian los síntomas
Para aliviar los síntomas de la gastritis crónica, es fundamental incorporar ciertos alimentos específicos en la dieta diaria. Las frutas y hortalizas son imprescindibles, como sugiere la OMS, ya que proporcionan nutrientes esenciales y ayudan a mantener la salud digestiva. Además, las carnes blancas magras como el pollo, el pavo y el conejo, junto con los pescados blancos, facilitan la digestión, proporcionando proteínas sin sobrecargar el sistema gastrointestinal. Los huevos son una excelente fuente de proteínas y pueden consumirse diariamente sin problemas, al igual que las legumbres, que pueden ser toleradas mejor en forma de hummus o purés si causan molestias.
Es importante destacar que los carbohidratos deben ser preferentemente de fuentes refinadas durante las fases agudas de la gastritis, y los lácteos deben ser consumidos en formas desnatadas para reducir la carga grasa. El aceite de oliva virgen extra se destaca como la grasa más saludable, y el vinagre de manzana puede ser una opción más suave que el vinagre tradicional durante las fases agudas. En cuanto a los líquidos, el agua debe ser la principal bebida, evitando los refrescos y el alcohol, que pueden irritar aún más el revestimiento gástrico.
