Granola casera: la receta que te hará olvidar la comprada

Hacer granola casera es una experiencia gratificante que no solo te permite disfrutar de un desayuno saludable y delicioso, sino que también te brinda la satisfacción de saber exactamente qué ingredientes estás consumiendo. Esta receta es tan sencilla y versátil que una vez que la pruebes, no querrás volver a comprar granola en la tienda.

Para comenzar, necesitarás 300 gramos de avena, 150 gramos de frutos secos de tu elección y 10 gramos de coco rallado. Los frutos secos pueden ser nueces, almendras, avellanas o una mezcla de varios tipos. Además de estos ingredientes secos, necesitas 2 cucharadas de miel, 2 cucharadas de aceite de girasol y un chorrito de esencia de vainilla. Esta combinación es la base, pero puedes modificarla para hacer la granola casera más dulce, menos grasosa o con un toque diferente.

Preparación fácil de granola casera

Preparación fácil de granola casera

La preparación de la granola casera es sencilla. Primero, mezcla todos los ingredientes secos en un bol grande. En otro recipiente, combina la miel, el aceite de girasol y la esencia de vainilla hasta que estén bien integrados. Esta mezcla líquida ayudará a que la granola se dore uniformemente en el horno y le dará ese toque crujiente que tanto nos gusta. Si prefieres una versión vegana, puedes sustituir la miel por jarabe de agave o sirope de arce. Si quieres menos dulzura, simplemente reduce la cantidad de miel o agrega un edulcorante natural de tu preferencia.

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Una vez que tengas todo mezclado, esparce la preparación en una placa para horno. Es importante que la capa sea uniforme para que se dore de manera homogénea. Precalienta el horno a 180 grados Celsius y hornea la granola durante 10 minutos. Luego, retírala del horno y revuélvela bien. Este paso es crucial para evitar que se queme en los bordes y quede crujiente por todas partes. Vuelve a colocar la placa en el horno y hornea durante otros 5 a 10 minutos, hasta que veas que tu granola casera ha adquirido un tono dorado apetecible.

Perfecta para acompañar yogur, leche o como snack

Después de hornearla, deja que la granola se enfríe completamente en la placa. Este paso permite que la granola adquiera su textura crujiente final. Una vez fría, transfiérela a un frasco hermético para conservar su frescura y sabor. Esta granola casera es perfecta para acompañar yogur, leche, o para disfrutarla sola como un snack saludable. Además, puedes experimentar agregando otros ingredientes como frutas deshidratadas, semillas de chía o pepitas de cacao para darle un toque personal.

La granola casera no solo es más saludable y económica que la comprada, sino que también te permite ser creativo y ajustar la receta a tus gustos y necesidades. Puedes jugar con los sabores y las texturas, creando una granola única cada vez que la prepares. Una vez que descubras lo fácil y deliciosa que es esta receta, te olvidarás por completo de la granola industrial. ¡Anímate a probarla y disfruta de un desayuno casero lleno de sabor y nutrición!

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