Hacer ciabattas puede parecer un reto para los panaderos novatos. Sin embargo, con esta receta sin amasado, lograrás resultados sorprendentes con un mínimo esfuerzo. Para empezar, necesitarás 500 gramos de harina, 350 mililitros de agua, una pizca de levadura fresca y sal, esta última opcional. Lo fundamental aquí es la técnica y el tiempo de reposo, que permite desarrollar el sabor y la textura característica de este delicioso pan.
Esta receta innovadora y sin complicaciones te llevará paso a paso a través de un proceso que resalta la esencia misma de este pan italiano, desde su esponjosa textura hasta su característica corteza crujiente. Con ingredientes simples y un enfoque sin complicaciones, te cuento cómo hacer las mejores ciabattas sin amasado desde la comodidad de tu hogar.
Receta de ciabattas sin amasado

El primer paso en la preparación de estas ciabattas es disolver una pizca de levadura fresca en los 350 mililitros de agua. Usa un bol grande para facilitar la mezcla. Asegúrate de que la levadura se disuelva completamente antes de proceder. Este proceso puede parecer simple, pero es crucial para activar la levadura y asegurar un buen levantamiento de la masa. Una vez disuelta la levadura, es momento de agregar la harina. Añade los 500 gramos de harina en dos partes, mezclando bien cada vez para asegurarte de que no queden grumos.
La masa resultante será bastante húmeda y pegajosa, lo cual es normal en la receta de ciabattas sin amasado. En lugar de amasar, realizarás unos pliegues en la masa. Esto se hace levantando un lado de la masa y doblándolo sobre sí misma, girando el bol y repitiendo el proceso varias veces. Esta técnica ayuda a desarrollar el gluten de la harina sin necesidad de un amasado prolongado. Una vez que hayas hecho los pliegues, tapa el bol con una bolsa o un paño húmedo y deja que la masa repose a temperatura ambiente durante dos horas.
Un pan perfecto para hacer sándwiches
Este primer reposo permite que la levadura comience a actuar y que la masa desarrolle sabor. Luego, lleva el bol a la nevera y déjalo reposar durante 24 horas. Este fermentado en frío es clave para obtener unas ciabattas con una miga ligera y aireada. Al día siguiente, saca la masa de la nevera y déjala reposar a temperatura ambiente durante media hora. Esto facilita el manejo de la masa al darle forma. Espolvorea un poco de harina en la mesada y estira la masa suavemente, dándole forma rectangular.
Con un cuchillo afilado, haz tres cortes en la masa para crear los característicos panes alargados de ciabatta. Coloca los panes en una bandeja cubierta con papel manteca y precalienta el horno a 220°C. Hornea las ciabattas durante al menos 25 minutos, o hasta que estén bien doradas y suenen huecas al golpearlas ligeramente. La corteza debe ser crujiente y la miga interior suave y llena de burbujas. Este pan es perfecto para hacer sándwiches; en este video te recomienda uno con mortadela, burrata y un toque de aceite de oliva.