Las barras de limón y coco son un deleite perfecto para aquellos que buscan un equilibrio entre lo dulce y lo ácido, con un toque tropical gracias al coco. Estas delicias no solo son fáciles de preparar, sino que también ofrecen una textura irresistible cuando se sigue al pie de la letra la receta. Lograr la consistencia ideal, tanto de la base como del relleno, es el secreto para que estas barras sean un éxito.
Con estos pasos detallados, lograr la consistencia ideal de las barras de limón y coco no será un desafío. Siguiendo cuidadosamente cada etapa de la preparación y horneado, se obtendrán unas barras de limón y coco perfectas, listas para ser el centro de atención en cualquier reunión o para un capricho personal. Aquí te explicamos cómo hacerlo.
El secreto de estas barras de limón y coco
El primer paso para conseguir una buena consistencia es preparar adecuadamente la base de las barras de limón y coco. Mezclar 180 gramos de harina, 60 gramos de azúcar glas y 115 gramos de mantequilla fría cortada en dados puede parecer sencillo, pero es crucial formar una arenilla uniforme. La mantequilla fría es clave aquí; si está demasiado blanda, la base no tendrá la firmeza adecuada. Usa las yemas de los dedos para trabajar la mezcla hasta que parezca arena gruesa. Una vez obtenida esta textura, se presiona firmemente la masa sobre el fondo de un molde cuadrado, previamente forrado con papel vegetal.
Al presionar la masa de las barras de limón y coco en el molde, es importante no añadir más mantequilla a pesar de que pueda parecer seca. La firmeza viene de presionarla correctamente, no de añadir más grasa. Tras esto, la base se hornea durante 15 minutos a 170 °C, tiempo suficiente para que adquiera una ligera firmeza sin llegar a dorarse. Este prehorneado es esencial para que la base soporte el relleno sin desmoronarse.
Preparación del relleno
A continuación, se prepara el relleno de las barras de limón y coco, el cual debe tener la consistencia perfecta para complementarla. Para ello, se baten 4 huevos con 300 gramos de azúcar hasta que la mezcla esté bien integrada y un poco espumosa. Añadir 120 ml de zumo de limón proporciona el toque ácido característico, mientras que una cucharadita de levadura química en polvo le dará un ligero volumen y esponjosidad.
Una vez lista la mezcla del relleno, se vierte sobre la base ya horneada. Esparcir el resto del coco rallado por encima y hornear durante 25-30 minutos adicionales a 170 °C es suficiente para que el relleno se cuaje perfectamente sin perder su suavidad. Este paso debe ser seguido con precisión para evitar que las barras queden demasiado líquidas o excesivamente secas. Finalmente, dejar enfriar completamente las barras antes de desmoldarlas y cortarlas es vital. Una vez frías, se cortan en porciones y se disfrutan, revelando una base crujiente y un relleno suave y ácido con un toque de coco.
