El PSOE de Pedro Sánchez cree en la remontada y teme el veto de Meloni

El PSOE de Pedro Sánchez enfila con «optimismo» la recta final de la campaña electoral de las europeas, a pesar de los sondeos. Para creer en esta remontada, que si se logra sería un muestra más de la supervivencia de Pedro Sánchez, los socialistas borran de su vocabulario el sonoro batacazo respecto a los comicios de 2019, cuando obtuvieron el respaldo de más de siete millones de votantes, abriendo una enorme brecha respecto al PP de cerca de tres millones de votos y con 27 escaños en Europa. Pero aquel PSOE no es el actual, ni mucho menos.

Con excepción del CIS de Tezanos, las encuestas apuntan a una victoria del PP, como ha ocurrido en las pasadas elecciones de Galicia, con una subida fuerte en Cataluña y en País Vasco, donde se ha superado a Vox en votos y en escaños.

Los trackings internos de la Comisión Europea, que monitorizan la evolución de la intención de voto en todos los países de la UE, señalan a una victoria del PP, con entre tres y seis escaños sobre el PSOE. Los socialistas, no obstante, muestran una moral alta, digna de épica si finalmente consiguieran el ansiado primer puesto. A su favor juegan varios factores decisivos.

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En primer lugar, la desmovilización del voto hacia Sumar y Podemos, inmersos en una guerra fratricida, y la abstención solo harían perder al PSOE cerca de siete escaños en estos comicios respecto a los pasados de 2019, pero la caída sería suficiente para tratar de empatar con un PP que viene a velocidad de crucero. Los ‘populares’ casi duplicarían sus escaños respecto a los resultados de hace un lustro, situándose entre los 24 y 23 escaños, entre once y diez más que los 13 registrados en los anteriores comicios.

EL SONORO BATACAZO ELECTORAL DEL PSOE, INCLUSO SI EMPATA

El peligro para todos los partidos se centrará en la abstención, que de ser un partido político ganaría con una abrumadora mayoría absoluta, con casi el 60% de los votantes lejos de los colegios electorales. En estos comicios se medirán fuerzas por la amnistía, la economía, la agenda 2030, la inmigración ilegal y los problemas de seguridad; mientras el hartazgo hacia la política crece ante una creciente confrontación y polarización.

El peligro para todos los partidos se centrará en la abstención, que de ser un partido político ganaría con una abrumadora mayoría absoluta

Esta abstención esperada daría entrada a partidos inusuales, algunos de ellos con un programa claro para acabar con el sistema político actual. La llegada de una nueva remesa de políticos, como puede ser Alvise Pérez y su ‘Se acabó la fiesta‘, junto con la posibilidad de entrada de Izquierda Española, conformado por ex de UPyD, de Ciudadanos y del PSOE, pondrán un nuevo escenario político.

Teresa Ribera y sus exabruptos, la tónica de la campaña del PSOE de Pedro Sánchez en Europa
Teresa Ribera y sus exabruptos, la tónica de la campaña del PSOE de Pedro Sánchez en Europa

De hecho, toda la presión del PSOE se centra en el PP para tratar de recortar distancias, aunque los mensajes sean desafortunados y con comparaciones propias de la última etapa de Felipe González. El PSOE de Pedro Sánchez ha comparado al PP con hienas -en 1993 lo hizo con el doberman refiriéndose a José María Aznar-, mientras se defiende a Hamás y la sharia aplicada en la Franja de Gaza y se ataca a Israel y su libertad, donde la bandera del orgullo gay ondea en las calles y viviendas.

EL DIFÍCIL EQUILIBRIO DEL PSOE DE PEDRO SÁNCHEZ EN EUROPA

Asimismo, los satélites socialistas acompañan el compás comparando al PP con Vox y la «ultraderecha», mientras se especula que la entrada de Teresa Ribera, la candidata socialista, podría quedar vetada en la Comisión Europea. Los socialistas esgrimen en Europa que son la única fuerza que ha frenado a la «ultraderecha», pese a pactar con la derecha «xenófoba» de Junts -Pedro Sánchez y Salvador Illa dixit- y la ultraizquierda de BNG y Bildu.

Todo por tener La Moncloa a buen recaudo. Para ampliar aún más las miras, la amnistía no está avalada por Europa ni tampoco por Bruselas tras el durísimo informe de la Comisión de Venecia. Y es que, amnistiar por delitos de corrupción pasa factura en Ferraz, que llegó al Ejecutivo con una moción de censura basada en la corrupción.

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Asimismo, los gurús de Ferraz insisten en trasladar el mensaje de un PP perdedor pese a duplicar su presencia, mientras que consideran que el PSOE ha resistido el envite de PP y Vox, a pesar de desplomarse entre cinco y siete escaños. Por este motivo, el PSOE se juega su sino en la Cataluña del PSC, un auténtico granero de votos, también se está movilizando en Andalucía, con un fuerte despliegue y presencia de los primeros espadas, Pedro Sánchez incluido, así como en el norte.

Para el PP, estas elecciones no serán las últimas en este año en España. «Pedro Sánchez deberá convocar elecciones tras el batacazo y la fuerte división del Gobierno», apuntan desde Génova. En el PSOE, por su parte, confían en mantener La Moncloa y jugar con los «difíciles equilibrios». «Para eso está la política, para dialogar y negociar», remachan fuentes no oficiales de Ferraz.

ABASCAL, EL PUENTE DE LAS FORMACIONES SOBERANISTAS

Desde Vox, por su parte, apuntan que se mantienen vivos, con fuerza y entereza. «El mensaje a Europa es claro: soberanía, soberanía y soberanía». En todos los ámbitos, económica, judicial y social. Los de Jorge Buxadé y Santiago Abascal buscan ser el nexo de unión, un puente entre los partidos soberanistas de toda Europa, con sus diferencias y puntos de encuentro. Un difícil equilibrio que esperan materializar tras estas elecciones.

Y es que, los de Marine Le Pen y Giorgia Meloni, arrasan en Francia e Italia, respectivamente, mientras las formaciones conservadoras de Polonia y Hungría también podrían formar parte de esta alianza.

EL TEMOR EN EL PSOE ANTE EL VETO DE MELONI

Y es que, los de Meloni aspiran a hacerse con la Comisión Europea, pero lo tendrán muy complicado. No obstante, desde Italia se trata de aislar a todo lo que huela a socialistas y progresistas, un cordón sanitario como el realizado por el PSC y los independentistas al PPC, pero ahora el partido se juega donde se toman las decisiones. Dejar fuera al PSOE de la Comisión Europea supondría un auténtico mazazo para el PSOE. Y es que, el mensaje que se traslada es perverso: resistimos, ganamos, pero no tocamos poder.

Y es que, la derecha soberanista europea no es tan dócil como Junts o ERC. En Europa, los vetos pasan factura al que se queda fuera. Está por ver aún si los ‘populares’ de Úrsula Von der Leyen están dispuestos a formar parte, pese a ser acusados de ser lo mismo que los socialistas. Así las cosas, el PSOE tiene ahora más que perder que de ganar y quedarse fuera del gobierno europeo no entra en los planes de Pedro Sánchez.

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