Las elecciones al Parlamento Europeo son un momento crucial para el futuro de la Unión Europea. En este contexto, la movilización de las bases progresistas se vuelve fundamental para contrarrestar el auge de las fuerzas reaccionarias. La izquierda europea tiene la responsabilidad de ofrecer una alternativa sólida que defienda los derechos de las personas trabajadoras, las mujeres, las personas migrantes y las personas LGTBIQ+, así como la justicia climática y la paz.
El encuentro entre Yolanda Díaz, líder de Sumar, y Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, junto con la candidata de LFI a las elecciones europeas, Manon Aubry, subraya la importancia de la unidad de acción entre las fuerzas progresistas europeas. En un momento en que la extrema derecha amenaza con socavar los valores democráticos y sociales de la Unión Europea, es más necesario que nunca unir fuerzas y presentar una alternativa sólida y convincente.
SUMAR BUSCA CONSOLIDAR LA UNIDAD DE LA IZQUIERDA EUROPEA
La reunión entre Díaz, Mélenchon y Aubry no es un hecho aislado, sino que se enmarca en una estrategia más amplia de Sumar para consolidar la unidad de la izquierda europea. La formación española busca tejer alianzas con otras fuerzas progresistas del continente, como Los Verdes Europeos y la Izquierda Europea, con el objetivo de construir una mayoría social y política que impulse un cambio real en la Unión Europea.
La participación de Mélanie Vogel, copresidenta de Los Verdes Europeos, en un conversatorio sobre feminismos en Madrid, y la presencia de Walter Baier, presidente de la Izquierda Europea, en un acto de campaña en Málaga, junto a Yolanda Díaz, son una muestra del compromiso de Sumar con la construcción de una Europa más justa, sostenible e igualitaria.
LOS RETOS DE LA IZQUIERDA EUROPEA: DERECHOS SOCIALES, JUSTICIA CLIMÁTICA Y PAZ
La izquierda europea se enfrenta a importantes retos en la actualidad, como la crisis económica y social, la crisis climática, el auge de la extrema derecha y la guerra en Ucrania. Ante esta situación, es fundamental que las fuerzas progresistas presenten un programa claro y conciso que dé respuesta a las necesidades de la ciudadanía.
Entre las prioridades de la izquierda europea deben estar la defensa de los derechos sociales y laborales, la lucha contra la desigualdad, la transición ecológica justa, la promoción de la paz y la solidaridad internacional. Solo con un programa ambicioso y transformador, la izquierda europea podrá movilizar a la ciudadanía y construir una alternativa real al neoliberalismo y la extrema derecha.
Es fundamental que la izquierda europea presente un programa claro y conciso que dé respuesta a las necesidades de la ciudadanía. Entre las prioridades de la izquierda europea deben estar:
- Defender un modelo económico que beneficie a las mayorías, no solo a unos pocos. Esto implica políticas que reduzcan la desigualdad, promuevan el empleo digno y fortalezcan los servicios públicos.
- Liderar la lucha contra el cambio climático con medidas concretas y urgentes. Esto implica una transición justa hacia una economía baja en carbono, que proteja a los trabajadores y las comunidades más vulnerables.
- Defender los derechos de las personas migrantes y refugiadas, y luchar contra cualquier forma de discriminación. Esto implica construir una Europa abierta, solidaria y acogedora para todas las personas.
- Promover una política exterior basada en la paz, el multilateralismo y el respeto al derecho internacional.
- Fortalecer la democracia europea y luchar contra la corrupción. Esto implica aumentar la participación ciudadana en la toma de decisiones, y promover la transparencia y la rendición de cuentas.
Las próximas elecciones europeas son una oportunidad única para cambiar el rumbo de la Unión Europea. La izquierda europea tiene la responsabilidad de estar a la altura de las circunstancias y ofrecer una alternativa real a las políticas de austeridad, recortes y privatizaciones que han sumido a millones de personas en la pobreza y la exclusión social. Es hora de construir una Europa más justa, sostenible e igualitaria para todas las personas.