El conflicto entre las clarisas de Belorado y Orduña y el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha generado una gran controversia en torno a la supuesta operación inmobiliaria que se esconde detrás de la situación. Las monjas han decidido abandonar la Iglesia Conciliar para estar bajo la tutela y jurisdicción de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, fundada por Pablo de Rojas, lo que ha desatado una serie de acusaciones y disputas entre ambas partes.
El portavoz de las clarisas de Belorado, José Ceacero, ha sido muy claro en sus declaraciones, señalando que el arzobispo Mario Iceta estaría intentando imponer el derecho canónico por encima del civil para poder disolver las entidades y quedarse con los inmuebles. Esta acusación ha puesto en el punto de mira las verdaderas intenciones del arzobispo y ha generado un gran revuelo en la comunidad religiosa.
Situación de las clarisas de Belorado y Orduña
Las monjas clarisas de Belorado y Orduña han decidido abandonar la Iglesia Conciliar para estar bajo la tutela y jurisdicción de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, fundada por Pablo de Rojas. Según el portavoz de las clarisas, José Ceacero, las religiosas están llevando la situación con bastante normalidad y naturalidad, a pesar de las posibles consecuencias que podría acarrear su decisión, como la excomunión y cualquier tipo de sanción.
Las clarisas han dejado claro que no reconocen la legitimidad del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ni del Papa Francisco, y que seguirán actuando con normalidad en sus actividades diarias. A pesar de haber recibido un burofax por parte del Arzobispado instándoles a abandonar el inmueble, las monjas han rechazado esta posibilidad mientras no haya una orden judicial que así lo dictamine.
Según Ceacero, las monjas recibieron un decreto canónico en el que se les citaba dentro de un plazo de diez días para comparecer ante el tribunal eclesiástico, ratificar su postura y poder así ser excomulgadas individualmente. Este proceso es necesario para que, una vez excomulgadas, se pueda disolver la entidad jurídica y el Arzobispado pueda quedarse con los inmuebles.
Acusaciones hacia el arzobispo Mario Iceta
El portavoz de las clarisas, José Ceacero, ha acusado al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, de querer hacer una operación inmobiliaria e imponer a la fuerza el derecho canónico por encima del civil. Según Ceacero, Iceta estaría violando el derecho de libre separación recogido por la Constitución española para poder disolver las entidades y quedarse con los inmuebles.
Ceacero ha sido muy claro en sus declaraciones, afirmando que la operación inmobiliaria la está haciendo el señor Iceta, no las monjas que tienen unos inmuebles en los que quieren vivir. Ha rechazado que las clarisas de Belorado quieran hacer ninguna operación inmobiliaria y que solo buscan vivir en los inmuebles.
Sin embargo, el portavoz de las clarisas ha advertido que si el Arzobispado disuelve las entidades y se queda con los inmuebles, dada la escasez de monjas que tienen, los van a vender y convertir en liquidez, en dinero, lucrándose ellos mismos. Esta es la razón por la que, según Ceacero, Iceta está imponiendo a la fuerza el derecho canónico por encima del civil.
Situación actual y perspectivas futuras
A pesar de la controversia generada, las monjas clarisas de Belorado y Orduña han asegurado que seguirán oficiando misas en el lugar, aunque durante los últimos días han decidido mantener la iglesia cerrada para evitar la presencia de cámaras y el revuelo mediático.
No obstante, el portavoz de las clarisas ha recordado a quienes quieran asistir a los actos litúrgicos que estos se desarrollarán en latín y con las normas de vestimenta que había en 1958 con Pío XII: los hombres con manga larga y las mujeres con manga larga, falda, medias y velo.
La situación actual se encuentra en un punto de gran tensión entre las clarisas de Belorado y Orduña y el Arzobispado de Burgos, con acusaciones cruzadas y una gran incertidumbre sobre el futuro de los inmuebles y la propia comunidad religiosa. Se espera que en los próximos días se produzcan nuevos acontecimientos que arrojen luz sobre este conflicto y permitan encontrar una solución satisfactoria para todas las partes implicadas.
Por el momento, las monjas clarisas mantienen su postura firme de permanecer bajo la tutela de la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli y seguir viviendo en los inmuebles que actualmente ocupan, mientras que el Arzobispado de Burgos parece dispuesto a llevar hasta las últimas consecuencias su intención de disolver las entidades y hacerse con el control de las propiedades.
En definitiva, se trata de un conflicto complejo que ha sacado a la luz las tensiones existentes en el seno de la Iglesia Católica y que ha generado un gran interés mediático y social. Solo el tiempo dirá cómo se resolverá esta situación y qué consecuencias tendrá para todas las partes implicadas.