Por un golpe en la cabeza Jason Padgett cambió su vida. Aunque este golpe podría haberle provocado un daño irreparable lo que sucedió con él lo transformó por completo. Hasta el momento, su rutina consistía en salir de fiesta y disfrutar con sus amigos pero el accidente que sufrió el 13 de septiembre de 2002 lo transformó por completo.
Todo empezó cuando Jason, de 30 años en ese momento, salía de un bar y fue asaltado por dos hombres que le dieron un fuerte golpe en su cabeza con el que vio una luz blanca, le provocó mareos y la consecuencia más extraña que un traumatismo le podría dar.
Qué pasó con Jason después del golpe en su cabeza
Jason Padgett perdió el conocimiento y, al día siguiente, los primeros cambios de su vida comenzaron a aparecer. Una vez que despertó, el joven notó que veía todo pixelado, como si fuera parte de una caricatura o de un videojuego. Según estudios a los que se sometió después, lo que vio en ese momento eran fractales, figuras complejas que se repiten, para formar figuras más complejas y grandes.
Al parecer, el daño que provocó el golpe estimuló una parte de su cerebro en la que se controla la actividad matemática por lo que Jason pasó de ser un hombre común a obsesionarse con todo lo que tiene que ver con la física, los números y cálculos. De esta manera, Jason pasó a ser un completo genio y, tras varios estudios, descubrió que padecía el “síndrome del sabio o savant”.
Cómo fue la vida de Jason tras el severo golpe
Jason Padgett fue diagnosticado con el síndrome del sabio o savant y sintió alivio. Tal como él mismo contó en la BBC, no conocer su diagnóstico lo tuvo preocupado durante años. Esta patología la atraviesan sólo 40 personas en el mundo y surgen en individuos previamente normales después de una lesión cerebral o enfermedad.
«Todo lo veía ligeramente pixelado. Las nubes, el Sol… Miraba el agua irse por el desagüe y veía tangentes, con líneas como olas, que se cruzaban», contó el genio sobre esta experiencia y aseguró que, una vez que comenzó a ver esos fractales, comenzó a dibujarlos por todos lados. “Es como la pantalla de una televisión. Los pequeños cuadraditos de color van formando cuadraditos mas grandes. Así se forma todo”, reveló sobre esta situación. Luego de ello, se inscribió en un curso de matemáticas en una universidad cercana donde también conoció al amor a su futura esposa.
