Durante los últimos años, la práctica de comer la placenta tras el parto se ha convertido en una tendencia seguida por miles de mujeres, incluyendo a famosas como Kim Kardashian y Hilary Duff. Quienes se han animado a vivir esta experiencia afirman que trae grandes beneficios para la salud después de dar a luz, sin embargo muchos especialistas se han mostrado en contra de esta controversial práctica.
La placentofagia, como se le conoce científicamente, consiste en consumir la placenta cruda, cocida, en cápsulas o batidos con el fin de obtener todos los nutrientes que está proporciona durante el embarazo. Recordemos que la placenta es la encargada de proporcionar nutrientes y oxígeno al bebé en el periodo de gestación. ¿Pero esto significa que al comerlo obtendremos esos beneficios? Aquí te explicamos.
Esto ocurre al comer la placenta después del parto
En la actualidad, no existe suficiente evidencia científica que respalde los beneficios de comer placenta tras el parto. Si bien es cierto que algunos estudios sugieren que la placenta puede tener nutrientes como el hierro, proteínas hbhormlnas, requieren más investigación para determinar si estos pueden ser realmente absorbidos por el organismo para obtener los beneficios que algunos aseguran ecperimentar después de consumirla.
Además, algunas investigaciones han descubierto que existen riesgos al consumir la placenta. En primer lugar, pueden desarrollarse infecciones debido a que puede contener bacterias y virus que son dañinos. Igualmente, la placenta puede absorber contaminantes del medio ambiente que podrían ser peligrosos tanto para la salud de la madre como la del bebé. También hay quienes afirman que al comer está cápsula natural, todas las sustancias o medicamentos que haya consumido la madre durante el embarazo podrían pasar al bebé a través de la leche materna.
¿Es buena idea consumir la placenta después del parto?

Aunque muchas personas promueven esta práctica como un método de salud infalible, la falta de evidencia científica y los posibles riesgos asociados llevan a los especialistas a no recomendar la placentofagia. Ahora bien, hay quienes eligen consumirla, por lo que deben hacerlo de la forma más segura posible y esto es llevándola a un proceso de deshidratación para encapsular.
Otras alternativas para conservar esta parte del embarazo sin necesidad consumirla son plantar un árbol para simbolizar el inicio de una nueva vida, crear una impresión con su forma para mantener un recuerdo físico perdurable en el tiempo o simplemente pulverizándola para añadirla a accesorios que puedan lucirse a diario como parte de nuestra cotidianidad.