La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha llevado a cabo un exhaustivo análisis que revela los efectos de las medidas adoptadas en la reforma de pensiones para desincentivar la jubilación anticipada y fomentar el retraso en la salida del mercado laboral. Según este estudio, si bien se ha logrado acercar la edad efectiva de jubilación a la edad legal, no se ha conseguido necesariamente limitar el gasto en pensiones.
Incremento de la edad efectiva de jubilación y su impacto en el gasto
Desde el año 2022 hasta marzo de 2024, la edad efectiva de jubilación ha experimentado un aumento notable, pasando de 64,83 años a 65,07 años. A pesar de este incremento, el impacto en el gasto en pensiones se ha considerado «muy modesto», representando tan solo el 0,02% del PIB a largo plazo en caso de un aumento de un año en la edad efectiva de jubilación sin un aumento equivalente en la edad legal.
Utilizando una metodología basada en el cálculo actuarial, Fedea señala que si este retraso en la edad efectiva conlleva un aumento del PIB, estimado en un 2,2% en 2050, el ahorro en el gasto de pensiones podría ascender a 0,22 puntos del PIB. A pesar de esto, se destaca que este ahorro es considerado «poco importante» y se sitúa por debajo de otras estimaciones realizadas por entidades como el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y la AIReF.
Por otro lado, Fedea resalta la diversidad de opiniones en cuanto a las proyecciones de gasto en pensiones, mostrando su análisis como el más conservador frente a los pronósticos más optimistas de otras instituciones. El Banco de España, por su parte, se posiciona en un término medio al estimar un ahorro de 0,31 puntos del PIB al aumentar en un año la edad efectiva de jubilación.
Una de las conclusiones relevantes del estudio es que las medidas implementadas han logrado reducir las jubilaciones anticipadas y promover las jubilaciones demoradas, lo que ha resultado en un incremento de la edad efectiva de jubilación, cumpliendo así con los objetivos planteados.
La reforma de pensiones de 2021 introdujo cambios significativos en los coeficientes reductores para la jubilación anticipada voluntaria, aumentando algunos y reduciendo otros en comparación con la legislación previa. Asimismo, se incrementó la bonificación por demorar la jubilación más allá de la edad legal para aquellos con menor tiempo cotizado.