Cuando bajar de peso se convierte en un objetivo, es común enfrentar una lucha contra el apetito y el hambre, sin embargo es importante entender que no es necesario restringir radicalmente las comidas, sino aplicar estrategias que contribuyan a tener un mejor control de estas sensaciones que desencadenan las ganas de comer para que se presenten de forma saludable.
Para lograr un buen control del apetito y la saciedad es necesario hacer algunos ajustes que nos ayuden a eliminar la necesidad de comer comidas poco saludables y que aportan calorías que el organismo no requiere. Esto puede alcanzarse de una forma sana, sin hacer restricciones riesgosas y cuidando muy bien todo el organismo.
Así puedes reducir el hambre para poder perder peso
Uno de los grandes secretos para mejorar el modo en el que nos alimentamos y reducir el hambre es el ayuno intermitente. Esta práctica consiste en alternar los períodos de alimentación con ayuno. Es importante entender que no se trata de dejar de comer, sino de restringir los horarios en los que consumimos los alimentos. Esto ayuda a regular la grelina, la hormona encargada de estimular el apetito e incrementa la leptina, hormona encargada de brindar saciedad. En este sentido, te sentirás mucho más satisfecho después de tus comidas principales, evitando así el picoteo.
Otra técnica que ha demostrado ser altamente efectiva es la eliminación del consumo de azúcar refinada. Al consumir azúcar, los niveles de insulina se disparan, esto genera un pico de energía que luego provoca un bajón. Esto provoca más hambre y necesidad de comer más azúcar, de modo que el apetito es constante y puede provocar el consumo excesivo de calorías poco saludable, las cuales pueden desencadenar problemas de salud graves.
Otros secretos para reducir el hambre
Para arrancar con este estilo de vida, es indispensable hacerlo de forma paulatina, ya que es normal experimentar algunos efectos secundarios que nos lleven a recaer en el consumo excesivo de alimentos altos en azúcares refinados. Además, es esencial hacer este tipo de cambios bajo la supervisión de un especialista de la nutrición, quien pueda brindar una guía individualizada.
La alimentación balanceada es un factor fundamental para llevar una vida saludable, sin embargo no es el único elemento que debemos cuidar. También es importante tener un buen descanso nocturno, realizar ejercicio de forma regular, aprender a tener un buen manejo del estrés y cuidar la hidratación, en conjunto , estos cuidados brindaran mayor calidad de vida, además de mejorar la salud mental y mantener el estado de ánimo en un excelente nivel.
