La industria automotriz ha sido un pilar fundamental para la economía de la Comunidad Valenciana durante décadas. Sin embargo, el reciente anuncio de Ford España de realizar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 1.622 trabajadores en su planta de Almussafes, ha generado una gran preocupación en la región. Esta decisión, sumada a los despidos ya realizados en los últimos meses, demuestra que las promesas de la dirección de la empresa no se han correspondido con sus acciones, poniendo en riesgo la continuidad del sector en la zona.
Es importante destacar que la planta de Almussafes es clave para el desarrollo del sector automotriz en la Comunidad Valenciana, y su potencial cierre o reducción significativa de actividad podría tener un impacto devastador en la economía local. Por lo tanto, es imperativo que se tomen medidas urgentes para proteger el empleo y garantizar la viabilidad a largo plazo de esta industria estratégica.
Movilización y Acciones Sindicales
El sindicato CCOO Industria PV ha manifestado que «ya se le han dado demasiadas oportunidades a Ford para demostrar su compromiso con los trabajadores y trabajadoras de la planta» de Almussafes, y que es «necesario comenzar con acciones de movilización que muestren claramente el rechazo a la destrucción de empleo y a la incertidumbre por la continuidad en el futuro del fabricante americano». Estas declaraciones reflejan la frustración de los trabajadores y la urgencia de tomar medidas concretas para defender sus puestos de trabajo.
Además, el sindicato ha advertido que el anuncio del ERE «puede suponer la puntilla definitiva al sector del auto en la Comunitat Valenciana», lo que evidencia la gravedad de la situación y la necesidad de una respuesta enérgica por parte de los trabajadores y las autoridades. CCOO Industria PV ha planteado «la necesidad responder ante el desmantelamiento progresivo de la factoría» y ha exigido a la dirección de Ford que «pase de las palabras a los hechos y demuestre que la apuesta por la planta valenciana es real».
Papel de las Administraciones Públicas
Ante este escenario, el sindicato CCOO Industria PV ha indicado a las administraciones que «lo que está en juego es todo el sector de automoción en nuestro territorio y que urge un plan global que proteja, tanto al fabricante como a las empresas auxiliares». Esta solicitud refleja la importancia de que las autoridades competentes intervengan de manera decisiva para salvaguardar la industria automotriz en la Comunidad Valenciana.
Asimismo, el sindicato ha exigido que «en ningún caso se utilice dinero público para incentivar la destrucción de empleo neto en el sector». Esta advertencia pone de manifiesto la necesidad de que las ayudas y subvenciones públicas se destinen a fortalecer y preservar los puestos de trabajo, y no a financiar recortes de personal que pongan en riesgo la sostenibilidad del sector.
La situación en la planta de Ford Almussafes representa un desafío urgente para la Comunidad Valenciana, tanto para los trabajadores y sus representantes sindicales, como para las autoridades públicas. Es fundamental que se adopten medidas contundentes y coordinadas para garantizar la continuidad de esta industria estratégica y proteger los empleos de miles de familias en la región.
