Si estás buscando obtener el máximo volumen en tus bizcochos de mantequilla, este es el método que tienes que probar. Este truco viral ha revolucionado la forma en que se preparan los bizcochos, permitiendo lograr alturas sorprendentes y texturas esponjosas. Para que este método funcione a la perfección, es esencial dominar dos técnicas básicas de pastelería: el cremage y el merengue francés.
El cremage es una técnica fundamental en la pastelería, donde el buen manejo de las temperaturas juega un papel crucial. La mantequilla debe estar a una temperatura adecuada para incorporar la mayor cantidad de aire posible, creando burbujas de aire estables que serán la base del volumen de tus bizcochos. El azúcar, al disolverse en la mantequilla, ayuda a mantener estas burbujas, mientras que las yemas de huevo aportan riqueza y emulsifican la mezcla.
El truco viral para darle altura a los bizcochos

Para el merengue francés, las claras de huevo deben estar a temperatura ambiente para lograr un batido más eficiente y estable. Este truco viral indica que puedes añadir 0,5 g de cremor tártaro o 3 g de jugo de limón por cada 40 g de claras ayuda a estabilizar las proteínas de las claras, permitiendo que mantengan su estructura. Además, un merengue súper estable requiere al menos la misma cantidad de azúcar que de claras, lo que ayuda a formar una red de burbujas de aire que no se desinflará fácilmente. Este merengue, una vez incorporado a la mezcla del cremage, contribuirá significativamente a la altura y esponjosidad de los bizcochos.
En las recetas que incluyen líquidos, estos se pueden agregar al cremado de mantequilla al principio o casi al final, alternando con la harina. Este método asegura que los ingredientes se mezclen de manera uniforme, evitando grumos y garantizando una textura suave. Sin embargo, para maximizar el volumen de los bizcochos, es recomendable terminar siempre con las claras batidas. Este paso final es crucial porque permite preservar la mayor cantidad de aire posible en la mezcla, asegurando que suban adecuadamente durante el horneado.
Resultados sorprendentes sin polvo de hornear
Este truco viral puede ser aplicado a cualquier receta de batido pesado, como tortas, budines o cupcakes, siempre y cuando la receta contenga una alta proporción de huevos. Si la receta original pide huevos enteros, puedes separarlos y estandarizar la cantidad por peso, siguiendo la regla general de que cada huevo contiene aproximadamente 30 g de claras y 20 g de yemas. Esta precisión en la medición es fundamental para lograr los mejores resultados posibles.
Además, al utilizar este truco viral, a veces no es necesario añadir polvo de hornear, ya que el volumen adicional proviene del aire incorporado en el merengue y el cremage, eliminando así la necesidad de agentes leudantes adicionales. ¿Ya has intentado este método? Los resultados pueden ser sorprendentes y llevar tus habilidades de repostería a un nuevo nivel. Con un poco de práctica y precisión en las técnicas, lograrás bizcochos más altos, esponjosos y deliciosos, impresionando a todos con tus creaciones.