viernes, 2 mayo 2025

Cómo es el sistema de comunicación de los árboles en el que transmiten información química

Los árboles poseen un sistema de comunicación para poder “hablar” entre sí. Este sistema se da a través de sus raíces subterráneas que conforman una “red de comunicación vegetal” con la que pueden compartir nutrientes, señales de peligro y hasta incluso información química.

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Los árboles poseen su propio lenguaje y mantienen tres maneras de comunicarse entre sí: el intercambio químico, los impulsos eléctricos y los ultrasonidos. De esta forma, los árboles hablan y se comunican entre ellos acerca de los peligros que los pueden acechar en el ambiente. Es decir, que las plantas «se informan» de situaciones extremas como las plagas, depredadores, condiciones climáticas o de necesidades. Además, también comparten nutrientes a través de sus raíces.


Cómo es el sistema de comunicación de los árboles

Los biólogos se dedicaron a estudiar la inteligencia de los árboles y llegaron a conclusiones sorprendentes y nunca antes conocidas por el resto de la sociedad. Los árboles son considerados seres inteligentes que tienen una funcionalidad que va más allá de la que todos sabemos. No sólo pueden comunicarse entre sí sino también defenderse y proteger a las especias más pequeñas, que están en pleno desarrollo.


En el ensayo “La inteligencia de los bosques”, de Enrique García se revela parte de este sistema de comunicación y comportamiento de estas especies. Según el investigador, los árboles que se encuentran al final de su vida ceden nutrientes, agua y dejan espacio de luz para que los más jóvenes puedan prosperar en su lugar.

Los árboles más inteligentes crean su propio sistema de protección

Los árboles más inteligentes crean su propio sistema de protección

Siguiendo esta línea, la ecóloga Suzanne Simard reveló que los abetos son una de las especies que dejan a sus sucesores su “herencia”. Estas especies suministran carbono e infectan con hongos a los más pequeños para ayudar a su crecimiento. De acuerdo a estas investigaciones, los árboles tenían esta reacción con las especies de su mismo material genético y no otros.

Este sistema de comunicación de las plantas también provocó una reacción ante depredadores y plagas. Esto se realiza mediante intercambios químicos, olores, la simbiosis con otros organismos y el contacto entre raíces y estructuras aéreas (tricomas, espinas, etc.) donde se avisan unas a otras de la agresión. Así, se ha comprobado cómo cultivos de tabaco o la col son capaces de utilizar estos medios para transferir información y alterar sus niveles de toxinas presentes en sus hojas. Para ejemplificar esta situación, se encuentra la arboleda de acacias en África quienes reaccionaron ante la voracidad de los antílopes, que estaban exterminando a los individuos periféricos.

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