Las víctimas de abusos en la Iglesia Católica española han declinado la invitación de los obispos para reunirse el próximo 21 de junio, con el objetivo de discutir el plan de reparación que están preparando los prelados. Este plan busca ser presentado al Papa en las primeras semanas de julio, después de ser aprobado en la próxima reunión de los obispos el 1 y 2 del mismo mes. La invitación fue cursada por el presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el arzobispo de Valladolid Luis Argüello, después de que las víctimas criticaran la falta de consulta en la elaboración del plan.
Varias asociaciones de víctimas, como la Asociación Nacional de Infancia Robada (ANIR), la Asociación de Víctimas de Abusos de Navarra, Asociación Lulacris y Justice Initiative, han indicado de forma conjunta su decisión de no acudir al encuentro. Estas organizaciones consideran que no se ha demostrado el respeto debido hacia las víctimas ni una voluntad efectiva de reconocer, reparar e indemnizar los daños sufridos. Asimismo, destacan la falta de cimientos sólidos y creíbles para construir un proceso de reparación consistente.
Asociaciones de víctimas mantienen apertura al diálogo
A pesar de declinar la invitación para la reunión del 21 de junio, las asociaciones de víctimas recalcan que no cierran la puerta a seguir negociando con la jerarquía eclesiástica española. Estas organizaciones han mantenido una postura abierta al diálogo a lo largo de la historia reciente, participando en reuniones con diferentes líderes de la CEE, desde la etapa de Blázquez hasta la actual de Argüello.
Sin embargo, las víctimas consideran que las condiciones establecidas unilateralmente por los obispos para la reunión del 21 de junio no cumplen con los requisitos mínimos necesarios para su participación. Estas condiciones desechan las reivindicaciones presentadas por las asociaciones durante una reunión celebrada el 4 y 5 de marzo en la sede de la CEE en Madrid, con motivo de la elección del nuevo presidente y vicepresidente de la organización.
Las asociaciones lamentan que las seis peticiones aceptadas en la reunión de marzo, en la que se les indicó que se marcaría un nuevo encuentro para iniciar las labores de reconocimiento, reparación e indemnización, hayan quedado reducidas a papel mojado, según las últimas declaraciones realizadas por Argüello.
Peticiones y reivindicaciones de las víctimas
Entre las peticiones presentadas por las asociaciones de víctimas, se encuentra conocer la cuantía del fondo destinado a la indemnización económica, así como los baremos de aplicación y la cuantía mínima preestablecida. Además, solicitan una mayor claridad en la convocatoria de asociaciones al encuentro, ya que consideran que los obispos han sido poco concretos al invitar a organizaciones que defienden los derechos de la infancia y la adolescencia en un plano generalista.
Otra de las reivindicaciones de las víctimas es la eliminación del informe ‘Para dar luz’, el cual, según afirman, no recoge sus denuncias y pone en duda la credibilidad de sus testimonios, reduciendo la casuística real hasta límites falsos o mentirosos. Las asociaciones consideran este informe ofensivo y revictimizador, y se niegan a tomarlo como punto inicial de referencia para el trabajo de reparación.
Por último, las víctimas desean conocer el tiempo estimado para el comienzo de la entrega de las indemnizaciones económicas y la duración del proceso. Destacan que llevan mucho tiempo de espera y creen que, si existe una voluntad real de reconocimiento, reparación e indemnización, el trabajo ya debería haber comenzado. Asimismo, consideran que el planteamiento propuesto por los obispos está viciado de raíz en forma y fondo.
Conclusiones
Las asociaciones de víctimas de abusos en la Iglesia Católica española han declinado la invitación de los obispos para reunirse el 21 de junio, considerando que no se cumplen los requisitos mínimos para su participación. A pesar de mantener una postura abierta al diálogo, las víctimas reclaman que se respeten las reivindicaciones presentadas en reuniones anteriores y se establezcan condiciones debatidas y compartidas como paso previo necesario.
Entre las peticiones de las víctimas se encuentran conocer la cuantía del fondo destinado a las indemnizaciones, la eliminación del informe ‘Para dar luz’, una mayor claridad en la convocatoria de asociaciones y el establecimiento de plazos para el inicio y duración del proceso de reparación. Las asociaciones consideran que el planteamiento propuesto por los obispos está viciado de raíz y esperan que se valore un futuro encuentro para tratar estos puntos de manera adecuada.
Es fundamental que la Iglesia Católica española demuestre un compromiso real con el reconocimiento, la reparación y la indemnización de las víctimas de abusos, estableciendo un diálogo transparente y constructivo con las asociaciones que las representan. Solo a través de un proceso sólido, creíble y consistente se podrá avanzar en la búsqueda de justicia y sanación para quienes han sufrido estos terribles abusos.