La situación de la sequía en España se ha convertido en un tema de gran preocupación en los últimos años. Según el informe de la Asociación Española de Operadores Públicos de Abastecimiento y Saneamiento (Aeopas), Baleares, Canarias y la vertiente mediterránea peninsular tienen un 70% de probabilidades de registrar temperaturas especialmente cálidas durante los próximos tres meses, lo que podría aumentar la demanda y evaporación del agua, complicando aún más la gestión hídrica en estas regiones.
El informe señala que el inicio de este año ha sido inusualmente cálido, con anomalías térmicas significativas que han llegado a superar los +2,5 grados centígrados en algunos territorios. Este escenario es la antesala de los efectos del cambio climático en España, lo que ha llevado a Aeopas a expresar la urgencia de un cambio de modelo de gestión y uso del agua.
La Necesidad de una Planificación y Prevención Mejoradas
Según Aeopas, en los últimos dos años hemos pasado por una situación muy alarmante que debe servir para mejorar la planificación y la prevención, avanzar en la gestión y anticiparnos ante la siguiente situación de emergencia por sequía. La reducción de las aportaciones y la disminución de los recursos por las altas temperaturas, unido a la agudización de las sequías, conducen a escenarios donde estas situaciones de emergencias serán más habituales.
Los operadores han señalado que en el caso de Baleares la situación de sequía es crítica, con restricciones en el consumo de agua aplicadas en varios municipios de Mallorca. Las reservas hídricas están significativamente por debajo de lo normal, lo que ha llevado a medidas restrictivas y de gestión de consumo.
El Impacto del Cambio Climático en la Disponibilidad del Agua
El informe de Aeopas resalta que el cambio climático es el principal factor que está detrás de esta preocupante situación de sequía en España. Las altas temperaturas y la disminución de los recursos hídricos han llevado a los operadores a insistir en la urgencia de un cambio de modelo de gestión y uso del agua.
Esto implica la necesidad de mejorar la planificación y la prevención para hacer frente a las situaciones de emergencia por sequía, que serán cada vez más frecuentes. Además, es crucial avanzar en la gestión del agua para adaptarnos a los desafíos que plantea el cambio climático.
En resumen, la situación de la sequía en España, especialmente en Baleares, Canarias y la vertiente mediterránea peninsular, es un reflejo de los efectos del cambio climático en la disponibilidad y gestión del agua. Es fundamental que se tomen medidas urgentes para mejorar la planificación, la prevención y la gestión del agua, con el objetivo de garantizar un suministro sostenible y adaptarse a las nuevas realidades climáticas.