En un panorama global cada vez más volátil e impredecible, la dependencia de España en el abastecimiento de materias primas críticas se ha convertido en un riesgo estratégico que requiere una atención prioritaria. La reciente inestabilidad geopolítica, como los conflictos en Ucrania e Israel, ha puesto de manifiesto la fragilidad de las cadenas de suministro internacionales y la necesidad urgente de abordar esta cuestión.
El Grupo Socialista ha presentado una propuesta en el Congreso para que España reduzca esta alta dependencia y avance hacia una autonomía estratégica abierta, un concepto promovido por la Comisión Europea para disminuir la dependencia de terceros países, especialmente en sectores clave para el bienestar y el funcionamiento de la economía, como la energía.
Impulsar la Reserva Estratégica de Capacidades Industriales
Una de las principales propuestas de la iniciativa es la creación de una Reserva Estratégica de Capacidades Industriales. Este mecanismo tendría como objetivo identificar los recursos de carácter estratégico y garantizar su producción y suministro, evitando posibles interrupciones en el flujo comercial internacional.
Para ello, se plantea involucrar activamente al sector industrial en la formulación de nuevas políticas a través del Foro de Alto Nivel de la Industria Española, que reúne a las principales organizaciones empresariales y sindicales. Asimismo, se propone fortalecer la coordinación y gobernanza entre el gobierno central y las comunidades autónomas, con el fin de generar un entorno favorable para la industria y atraer nuevas inversiones, innovación y tecnología.
Mantener las Capacidades Industriales Clave
Otra prioridad de la iniciativa es garantizar el mantenimiento de las capacidades industriales clave, con el objetivo de preservar la actividad y el empleo industrial, especialmente en aquellas zonas donde el sector tiene un mayor peso.
Para lograr este objetivo, el PSOE propone impulsar instrumentos que aseguren la sostenibilidad de estas actividades, tanto desde el punto de vista medioambiental como social. Esto permitirá fortalecer la resiliencia del tejido industrial español y prepararle para los desafíos futuros, como la digitalización y la descarbonización.
