Una desopilante teoría asegura que el volcán más famoso del mundo podría ser un espacio donde los extraterrestres habitan. Se trata del volcán Popocatépetl que está en México, que fue el foco de estudios y teorías conspiranoicas sobre la vida extraterrestre y un posible espacio donde residen los alienígenas y seres de otro mundo. También, es el protagonista de una historia de amor mitológica que le da el nombre que tiene la actualidad.
El Popocatépetl, también denominado como “el coloso” es uno de los seis volcanes de alto riesgo por lo cual es monitoreado de manera constante por sus emisiones y el riesgo que ella implica. Actualmente, este volcán ha registrado 40 exhalaciones de baja intensidad, además de 283 minutos de movimiento de magma al interior del cráter por lo que su actividad es un riesgo inminente.
Por qué dicen que este volcán es un portal extraterrestre
La teoría de vida extraterrestre en este volcán Popocatépetl fue motivo de estudios y de interés para los creyentes de la vida más allá de la tierra. Según un informe difundido en la televisión mexicana, los investigadores de Harvard y la Universidad de Montana pudieron comprobar esta hipótesis.
La investigación de estas casas de altos estudios asegura que “el coloso” actúa como una “entrada intergaláctica” entre dos ubicaciones en el tiempo y en el espacio. También, aseguran que podría existir una civilización tecnológica avanzada y oculta en la tierra y en bases subterráneas profundas. Además, sostienen que existen seres que llaman “criptoterrestres” que están caminando entre el resto de la población simulando “ser humanos”.
El mito que rodea al volcán Popocatépetl
Más allá de las hipótesis sobre vida extraterrestre en este volcán, también existe un mito mexicano que involucra a una trágica historia de amor. Se trata del romance entre la princesa Iztaccíhuatl y el guerrero Popocatépetl. El soldado pidió la mano de su amada al cacique del pueblo, antes de partir a la guerra entre Tlaxcaltecas y los aztecas.
En ese momento, el líder del pueblo se la concedió pero con la condición de que regrese victorioso del combate. El joven guerrero aceptó el desafío pero se enfrentó a otro soldado envidioso que mintió a la joven princesa, asegurando que su amado había muerto. Ella, triste por este destino, murió de tristeza tiempo después. Cuando Popocatépetl por fin regresó, su profunda pena hizo que erigiera una enorme montaña en honor a su amada y colocó su cuerpo en la cima donde, según cuenta la leyenda, yacen aún los cuerpos de la atormentada pareja.
