El efecto invernadero es una de las problemáticas ecológicas que más crecieron en el último tiempo y motivo de preocupación. El efecto invernadero y sus consecuencias también son obra del ser humano que, con su sola existencia, es capaz de emitir gases nocivos para todo el planeta.
Una manera de saber a ciencia cierta cuántos gases emite un solo individuo, es mediante la medición de la huella de carbono. Este sistema permite conocer una estimación de la tasa de utilización de los recursos naturales en función de cada estilo de vida y es muy fácil llegar a ella.
Cómo sabemos la cantidad de gases de efecto invernadero producimos
La huella de carbono es el total de gases de efecto invernadero (GEI) generados directa o indirectamente por una persona, una empresa o un producto. Es la emisión de dióxido de carbono (CO2), que se liberan a la atmósfera como resultado de actividades humanas como la quema de energía y combustibles.
Medir la huella de carbono no es tarea fácil porque implica contar todas las actividades que producen emisiones de gases de efecto invernadero, entre las que se incluye los actos como conducir un automóvil o usar gas natural. En la actualidad existen aplicaciones en línea en las que se pueden calcular las emisiones tomando en cuenta tus hábitos de consumo y alimentación.
Acciones para reducir los gases de efecto invernadero
Para poder reducir la cantidad de gases de efecto invernadero existen una serie de tips o listados de acciones que cualquier persona o entidad puede hacer. Ser un consumidor responsable es uno de los ítems que puede ayudar a preservar el medio ambiente y reducir nuestra huella de carbono. También consumir productos locales y duraderos es otra de las opciones. El reciclaje es fundamental en este aspecto. Por eso es necesario que cada individuo (o empresa) rechace los plásticos de un sólo uso y repararlos.
Reciclar residuos también es parte de la acción, por eso es necesario separarlos de acuerdo a su composición. Dejar de utilizar el transporte público es otra de las opciones para evitar emitir gases de efecto invernadero y, si es necesario el uso del coche, el viaje se puede compartir con otras personas. Los alimentos que consumimos son fundamentales y, los expertos ecologistas, recomiendan ingerir más vegetales que animales y alimentos no procesados. Si es posible, que todos sean cultivados de manera orgánica. El uso responsable de la energía es parte de esta campaña y una acción tan simple como desconectar los artefactos por fuera de su uso, es fundamental.
