El juzgado de instrucción número 11 de Madrid ha dictaminado el sobreseimiento y archivo de la causa abierta tras la querella del fundador de Eos-X Space, Kemel Kharbachi, contra el consejero delegado de Halo Space, Carlos Mira. La querella acusaba a Mira y a la consultora Arthur D. Little (ADL) de revelación de secretos de empresa y corrupción en los negocios, pero el magistrado ha considerado que no existen razones suficientes para continuar con el procedimiento al no estar justificado que se haya cometido ningún delito.
La causa deriva de la contratación por parte de Kharbachi de los servicios de ADL para el proyecto de turismo espacial, unos servicios que no llegaron a realizarse pero de los que, según la querella, la compañía se habría apoderado de los conocimientos y la información aportada por los querellantes para constituir la empresa Halo Space, del mismo tipo de negocio y que actualmente es competidora directa de Eos-X Space.
Alegaciones de las Partes Involucradas
Tanto Carlos Mira como ADL niegan las acusaciones vertidas en la querella y alegan que el proyecto de Kharbachi no salió adelante porque este no aportó el dinero que tenía que haber desembolsado. Además, afirman que el consorcio industrial que Kharbachi habría constituido en realidad no existía.
Según aseguran los querellados, ADL realizó una serie de trabajos sin cobrar y, para aprovechar los trabajos realizados, se constituyó Halo Space, dedicada al mismo tipo de negocio que Eos-X Space, pero sin aprovechar la información de esta última. Explican que Halo Space es una empresa competidora de la del querellante, al igual que otras dedicadas al mismo sector, y que las técnicas utilizadas no eran de exclusiva invención o aportación de Kharbachi.
Por su parte, Kharbachi sostiene en su querella que ADL se apoderó indebidamente de los conocimientos y la información aportada por Eos-X Space para constituir una empresa competidora directa, aprovechando así el trabajo realizado para su proyecto de turismo espacial.
Fundamentos de la Decisión Judicial
En su sentencia, el juez señala que no consta ni se alega que las técnicas o invenciones de la tecnología utilizada estén registradas o protegidas por la normativa sobre propiedad industrial. Por lo tanto, al no haber secreto industrial del que los querellados podrían haberse apropiado, el magistrado solo aprecia discrepancias entre las partes por el cumplimiento de los contratos suscritos entre ellas, sin llegar a apreciar un delito de revelación de secretos.
En cuanto al delito de corrupción en los negocios, el juez destaca que no le consta, ni siquiera se alega en la querella, que los querellados sobornaran a cualquiera de las otras empresas colaboradoras para que abandonasen el proyecto inicial de Eos-X Space.
Ante la falta de indicios suficientes de criminalidad, el titular del juzgado de instrucción número 11 de Madrid ha optado por el sobreseimiento y archivo de la causa, considerando que no está justificado que se haya cometido ningún delito por parte de Carlos Mira, Halo Space o la consultora Arthur D. Little en relación con el proyecto de turismo espacial de Eos-X Space y su fundador, Kemel Kharbachi. La sentencia deja abierta la posibilidad de dirimir las discrepancias contractuales entre las partes por otras vías legales distintas a la penal.
