La política española se ha caracterizado en los últimos años por una dinámica de chantaje permanente por parte de aquellos que buscan aumentar sus beneficios a expensas del interés general. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha señalado que la esencia de la izquierda radica en que la política fiscal debe ser progresiva, de modo que quienes más tienen paguen una mayor contribución.
García-Page ha criticado firmemente la idea de «singularidad» en el debate sobre la financiación autonómica, argumentando que todos los territorios tienen las mismas necesidades y derechos. Desde su perspectiva, el independentismo en España obedece principalmente a intereses económicos y al deseo de mantener privilegios, más que a una genuina reivindicación política.
La Defensa de la Igualdad y la Distribución Justa de la Riqueza
El presidente de Castilla-La Mancha ha manifestado su rechazo a la «caridad» o «las sobras» en materia de financiación, y ha defendido que se cumpla el principio básico de la izquierda: que el impuesto sobre la renta sea progresivo, de modo que quienes más ganan paguen una mayor proporción.
García-Page ha denunciado cómo Castilla-La Mancha ha tenido que «aguantar los retrasos incomprensibles a la financiación autonómica» a pesar de poder «demostrar objetivamente» que es una de las regiones más perjudicadas por el actual modelo de financiación. En este sentido, ha recalcado que no permitirá que se engañe a la región con argumentos de «singularidad«, pues considera que todos los españoles tienen los mismos derechos y necesidades.
La Defensa de la Soberanía Nacional y la Unidad de España
El presidente de Castilla-La Mancha ha sido enfático al señalar que la soberanía nacional no se puede «alquilar» ni dividir, y que los intereses del conjunto del país y la igualdad de los territorios deben prevalecer por encima de cualquier reivindicación independentista o de privilegios.
García-Page ha denunciado cómo en los últimos años se han puesto en cuestión «muchos valores constitucionales» y cómo el independentismo en España responde, en realidad, a un interés económico y no a una motivación política legítima. En este sentido, ha reiterado que la riqueza nacional es indivisible y debe ser compartida de manera equitativa entre todos los territorios y ciudadanos.
El presidente de Castilla-La Mancha ha defendido firmemente la esencia de la izquierda, entendida como la necesidad de una política fiscal progresiva que garantice la igualdad de oportunidades y derechos para todos los ciudadanos, así como la unidad y la soberanía nacional, frente a los intentos de chantaje y privilegios que, a su juicio, caracterizan el debate político actual en España.