Un reconocido artista despertó el interés mundial con un insólito experimento: encontrar dobles en todo el mundo. El artista se llama François Brunelle y se encargó de buscar por diferentes países a las personas que se parecen entre sí pero sin tener lazos de sangre.
Por el momento, el fotógrafo logró realizar más de 250 retratos en los que se muestra la estremecedora coincidencia física entre desconocidos. El proyecto empezó en 1999 cuando, bajo la teoría de que todos tenemos dobles, el artista comenzó a viajar a distintas ciudades buscando su par hasta que él mismo halló el suyo.
La teoría de los dobles que el artista logró confirmar
François Brunelle inició su aventura en Praga cuando él mismo se encontró con su doble en un restaurante. En ese año le surgió la curiosidad por las personas que tienen su doble en algún lugar del globo y comenzó el camino para buscarlos. Ahora, todos esos retratos se recopilaron en su libro «I’m Not a Look-Alike”, que reúne las fotos de 250 parejas en 32 ciudades de todo el mundo.
El objetivo de Brunelle es observar las reacciones de esas personas que no se conocen entre sí y no viven en la misma ciudad pero que descubren que tienen un gemelo idéntico. “El hecho de que dos personas sin relación alguna entre sí y a veces nacidos en distintos países comparten el mismo aspecto físico”, dijo el artista en una anterior entrevista.
Los estudios científicos que apoyan al artista

Según estudios de la investigadora Teghan Lucas, todos tenemos un gemelo exacto. Aunque parezca de ciencia ficción, hay evidencia empírica de que esto se puede dar y tiene que ver con la composición genética. “Hay genes involucrados en el tamaño y la forma del rostro, otros en el color de los ojos, otros en el pelo”, aseguró la especialista en su estudio.”Aunque haya muchísimas combinaciones posibles, al final conforme aumenta la población se llega al punto en que alguna acaba repitiéndose”, agregó.
Haciendo referencia a las versiones sobre la existencia de gemelos en el mundo, existe también la Teoría del Doppelgänger, que dio lugar a diversas obras literarias. Este término alemán refiere al “doble fantasmagórico o sosias malvado de una persona viva”, que fue usado por el escritor Jean Paul, en 1796, cuando definió a Doppeltgänger como “el que camina al lado”. Desde entonces, se usa esa palabra para designar al “doble de una persona”, pero significando a ese otro como el “gemelo malvado”.