Un país tiene un derecho que es diferente al resto de las naciones. Aunque estos son universales, en este país los niños mantienen una regla que se cumple durante sus horas de clase: los pequeños tienen la obligación de salir a la calle al menos dos horas por día.
Noruega es el país donde los niños tienen la necesidad de salir a la calle, por lo que los institutos escolares a los que asisten deben cumplir con esta necesidad. De todas maneras, esta regla tiene una excepción y no siempre se cumple a rajatabla.
El país donde salir es un derecho
A pesar de ser uno de los países más fríos del mundo, en Noruega esta normativa del derecho al aire libre se toma bien en serio. Los niños y niñas menores de siete años tienen la necesidad y obligación de cortar su ciclo escolar con la recreación y el contacto con la naturaleza. Por eso, es común que se vean grupos de alumnos paseando por las calles o habitando los parques, en compañía de los adultos.
Sin embargo, esto tiene una excepción y es cuando se la temperatura es menor a -10 grados centígrados, donde los centros escolares deben organizar actividades en el interior para preservar su salud. Esta ley fue promovida por el gobierno noruego con la finalidad de fomentar el bienestar físico y mental de los niños, manteniendo la conexión con la naturaleza y promoviendo las actividades recreativas.
El aire libre y la admiración por la naturaleza, las obligaciones más extrañas de un país

Además de Noruega, hay otros países donde los planes de estudios escolares mantienen reglas que salen de lo común. En Japón mantienen una asignatura muy particular cuyo nombre es la “admiración de la naturaleza”. Esta materia es obligatoria en la currícula y, aunque no es diario como sucede en Noruega, los niños nipones tienen excursiones mensuales a parques y lugares donde los niños pueden estar en contacto con la vegetación y animales. Al regresar a sus salones los niños hacen una exposición sobre cómo fue su experiencia.
La vida en contacto con la naturaleza es importante para cualquier etapa del crecimiento por lo que en algunos institutos educativos imponen asignaturas relacionadas a ello. Como en Japón existe la “admiración por la naturaleza”, en el Reino Unido establecieron la “supervivencia en bosques”. Este segmento está orientado a los conocimientos básicos y resolución de conflictos que se pudieran dar en un día en la naturaleza, como entender y manejar una brújula o distinguir las setas comestibles de las venenosas.