domingo, 8 junio 2025

Abren en Mérida la mayor planta europea de tratamiento de aguas residuales con microalgas

Mérida se ha convertido en un referente en la depuración de aguas residuales con la puesta en marcha de una de las plantas más grandes del mundo y la mayor de Europa de tratamiento de aguas residuales basadas en microalgas. Esta iniciativa, que se enmarca dentro del proyecto de I+D «H2020 Sabana», es un claro ejemplo de cómo la innovación y la sostenibilidad pueden ir de la mano.

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La planta, inaugurada recientemente en la Estación de Recogida de Aguas Residuales (EDAR), es el resultado de una inversión conjunta de 11 millones de euros provenientes de fondos europeos y 1.500.000 euros aportados por la empresa Aqualia, concesionaria del servicio de aguas en la ciudad. Su construcción ha sido posible gracias a la colaboración público-privada, un modelo que se ha demostrado efectivo para impulsar proyectos innovadores que benefician a la sociedad.

Una Tecnología Innovadora para un Futuro Sostenible

El tratamiento de aguas residuales con microalgas es una tecnología innovadora que presenta una serie de ventajas importantes frente a los métodos tradicionales. En primer lugar, se trata de un proceso más sostenible y eficiente, ya que convierte las aguas residuales en un recurso valioso. Las microalgas absorben los nutrientes presentes en el agua, permitiendo su depuración y obteniendo a su vez biomasa de alto valor.

Esta biomasa puede utilizarse para la producción de biofertilizantes, bioestimulantes y biopesticidas, lo que aporta un valor añadido a la economía circular. Además, esta tecnología reduce significativamente el consumo energético, lo que la convierte en una solución más eficiente y respetuosa con el medio ambiente.

H2020 Sabana: Un Proyecto Pionero en Europa

El proyecto «H2020 Sabana» ha permitido desarrollar una biofactoría a escala real en la EDAR de Mérida. Esta instalación cuenta con un área de tratamiento de cerca de 20.000 metros cuadrados donde se han instalado los denominados «raceway», sistemas de cultivo de microalgas que permiten tratar alrededor de 2 millones de litros de agua residual al día y producir cerca de 200 toneladas de biomasa al año.

Este proyecto, integra un consorcio de 12 entidades de cinco países diferentes (España, Italia, Alemania, Hungría y República Checa) con el objetivo de estudiar la viabilidad del cultivo de microalgas a partir de las aguas residuales. La colaboración internacional ha permitido impulsar la investigación y el desarrollo de esta tecnología innovadora, abriendo nuevas posibilidades para la gestión sostenible de los recursos hídricos.

La construcción de la biofactoría en Mérida es un hito importante para el desarrollo de la tecnología de microalgas. Se trata de un proyecto pionero que demuestra la viabilidad técnica y económica de esta tecnología a escala industrial. La experiencia adquirida en este proyecto servirá para el desarrollo de nuevas instalaciones en otras ciudades y países, contribuyendo a la expansión de esta tecnología y a la mejora de la gestión del agua a nivel global.

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