En un contexto de emergencia climática y de incremento de las olas de calor, la legislación española sigue ofreciendo una protección insuficiente a las personas trabajadoras cuyas condiciones de salud se ven afectadas por el incremento de las temperaturas. Este es uno de los principales hallazgos del estudio europeo Adapheat, liderado por la Fundación 1º de Mayo de CCOO.
El proyecto Adapheat ha analizado las políticas públicas de salud y seguridad en el trabajo, así como las experiencias de diálogo social y negociación colectiva en cinco países europeos (España, Italia, Hungría, Países Bajos y Grecia) y en la Unión Europea. Los resultados muestran que, aunque el cambio climático y sus efectos han entrado en la agenda política, hasta el momento se ha abordado fundamentalmente como un problema de salud general, y no como un asunto de salud ocupacional.
Carencias en la legislación española
En el caso concreto de España, además de una protección insuficiente, se ha encontrado una falta de especificidad en las políticas existentes. Asimismo, se ha observado una escasa presencia de los eventos de calor en la negociación colectiva, algo que se da también en el resto de países europeos analizados.
A pesar de la creciente preocupación por los efectos de las altas temperaturas sobre la salud, aún faltan marcos legales de protección de los trabajadores ante los eventos de calor extremo. De hecho, no se aplican medidas básicas como la suspensión del trabajo durante los eventos de calor extremo.
Recomendaciones para una mejor protección de los trabajadores
El informe del proyecto Adapheat incluye diversas recomendaciones para mejorar la protección de los trabajadores ante el calor extremo. Entre ellas, se destacan:
- Que los sistemas de alerta de olas de calor se adapten a la realidad concreta del lugar de trabajo, con evaluaciones del calor y la vigilancia de las condiciones ambientales precisas y continuas.
- Que se desarrollen protocolos de acción contra el calor participativos y vinculantes que garanticen un entorno de trabajo seguro ante el aumento de las temperaturas.
- Que se refuercen las cláusulas de salud y seguridad en los convenios colectivos.
- Que los sistemas de alertas sean fáciles de consultar y que incorporen no sólo registros de temperatura, sino también de humedad y mortalidad por calor, calibrados en función de la carga metabólica y el grado de transpirabilidad de la vestimenta o EPI.
En palabras del secretario de salud laboral y sostenibilidad medioambiental de la Confederación Sindical de CCOO, Mariano Sanz, «la negociación colectiva y el diálogo social deben profundizar aún más en la protección de los trabajadores contra el calor, que está incrementando fuertemente sus efectos en la salud debido al cambio climático. Para ello, la legislación debe desarrollarse estableciendo valores límite claros científicamente informados y asegurando el derecho a la participación de los trabajadores en materia de prevención contra el estrés térmico en todos los países de la UE».