La Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (CREUP) ha manifestado su rechazo al modelo de Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) común, firmado por las comunidades autónomas del Partido Popular. Los estudiantes insisten en la importancia de considerar las diferencias regionales para asegurar una evaluación justa y equitativa.
Un pacto que divide opiniones
El pasado 1 de julio, doce comunidades autónomas, todas gobernadas por el Partido Popular, firmaron un pacto para unificar los criterios de evaluación de la prueba de acceso y admisión a la Universidad. Este acuerdo ha generado controversia, especialmente entre los estudiantes representados por CREUP, quienes defienden que dicha prueba debe adaptarse a las particularidades de cada región.
Las diferencias estructurales y socioeconómicas
Desde CREUP, se señala que existen diferencias significativas entre las distintas comunidades autónomas en cuanto a estructura, condiciones socioeconómicas, infraestructuras y recursos. Es crucial, dicen, que estas disparidades sean tenidas en cuenta al diseñar los exámenes de acceso a la universidad.
El objetivo es evitar que la prueba EBAU se convierta en un factor de desigualdad, perjudicando a estudiantes de regiones con menos recursos. La adecuación del examen a las realidades curriculares de cada comunidad autónoma es fundamental para garantizar oportunidades equitativas.
Las condiciones educativas y equidad en la EBAU
Las condiciones educativas varían notablemente entre comunidades autónomas. Factores como las ratios de estudiantes por profesor, la oferta de asignaturas y los recursos disponibles son determinantes para el rendimiento académico y, por ende, para el acceso a la universidad.
CREUP defiende que el estudiantado debe tener las mismas oportunidades de éxito, demandando una prueba de acceso a la universidad que sea justa y que tenga en cuenta estas diferencias autonómicas. Un examen basado en criterios homogéneos, pero sin considerar las realidades locales, no mediría objetivamente las competencias del alumnado, según la coordinadora.
El reciente Real Decreto 534/2024 del 11 de junio, que regula los requisitos de acceso a las enseñanzas universitarias oficiales de grado, menciona la posibilidad de homogeneizar la prueba de acceso. Esta homogeneización es vista por CREUP como una amenaza a la equidad en el acceso universitario.
CREUP finaliza su posicionamiento indicando que es esencial que los aspectos relacionados con el acceso a la universidad se regulen de manera efectiva mediante un documento con categoría de ley. Esto evitaría futuras tentativas que desconsideren las disparidades autonómicas y fomentaría una evaluación más justa y equitativa para todos los estudiantes.
El futuro de la EBAU: una evaluación equitativa
En conclusión, el rechazo de CREUP al modelo EBAU común está fundamentado en la búsqueda de la equidad y la justicia en el acceso a la universidad. La coordinadora subraya la importancia de unificar criterios sin olvidar las diferencias regionales, asegurando así que todos los estudiantes tengan las mismas oportunidades de prosperar en su educación superior.
El modelo EBAU debe ser una herramienta que refleje fielmente las competencias de los alumnos, sin generar desigualdades. Para ello, es imprescindible que las condiciones educativas de cada comunidad autónoma sean reconocidas y consideradas al diseñar estas pruebas.






