Sareb solicita retrasar temporalmente los desahucios en Vallecas previstos en julio

La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), también conocida como el «banco malo», ha tomado medidas significativas para abordar la crisis de vivienda en España. En un esfuerzo por equilibrar sus responsabilidades financieras con su compromiso social, Sareb ha implementado una serie de iniciativas destinadas a proteger a las familias vulnerables que residen en propiedades bajo su control. Estas acciones incluyen la aprobación de contratos de alquiler social, la suspensión temporal de desahucios y la colaboración estrecha con los servicios sociales municipales.

La entidad ha demostrado su compromiso con la responsabilidad social al aprobar siete contratos de alquiler social y solicitar el aplazamiento de los desahucios judiciales programados para julio en el barrio de Vallecas, Madrid. Este enfoque refleja la política de apoyo social que Sareb ha estado implementando desde 2022, buscando un equilibrio entre la gestión eficiente de sus activos y la protección de los inquilinos en situación de vulnerabilidad. La entidad está trabajando activamente para identificar y asistir a aquellos que realmente necesitan ayuda, mientras mantiene su obligación de administrar adecuadamente los activos bajo su control.

El programa de alquiler social de Sareb: Un enfoque integral

El programa de alquiler social de Sareb va más allá de simplemente proporcionar viviendas a precios accesibles. La entidad ha desarrollado un enfoque integral que incluye un acompañamiento socio-laboral para los inquilinos. Este programa busca no solo proporcionar un techo, sino también ayudar a las familias a superar su situación de exclusión social. Los contratos de alquiler social ofrecidos por Sareb se caracterizan por tener una renta mensual ajustada a los ingresos de los inquilinos, lo que permite a las familias vulnerables mantener una vivienda estable mientras trabajan para mejorar su situación económica.

Además del aspecto financiero, el programa de Sareb fomenta la corresponsabilidad de los inquilinos. Esto significa que se espera que los beneficiarios del programa participen activamente en los esfuerzos para mejorar su situación. Este enfoque no solo ayuda a las familias a mantener su vivienda, sino que también les proporciona las herramientas y el apoyo necesarios para avanzar hacia la autosuficiencia financiera. El objetivo final es ayudar a estas familias a superar su situación de vulnerabilidad y, eventualmente, integrarse plenamente en el mercado de vivienda regular.

El impacto del programa de alquiler social de Sareb ha sido significativo. En el año y medio desde su implementación, se han aprobado más de 7.000 alquileres sociales. Este número representa a miles de familias que han evitado el desalojo y han tenido la oportunidad de estabilizar su situación de vivienda. Los gestores sociales de Sareb han realizado un trabajo intensivo, llevando a cabo más de 90.000 gestiones y visitas a estos hogares para monitorear de cerca su situación y proporcionar el apoyo necesario.

El compromiso de Sareb con la inserción laboral

Un aspecto crucial del programa de Sareb es su enfoque en la inserción laboral. Reconociendo que la estabilidad en la vivienda está intrínsecamente ligada a la estabilidad económica, Sareb ha incorporado un componente de inserción laboral en su programa. Como resultado, 2.700 personas han sido incluidas en un programa de inserción laboral. Este enfoque holístico demuestra el compromiso de Sareb no solo con proporcionar vivienda, sino también con abordar las causas fundamentales de la vulnerabilidad económica.

El programa de inserción laboral de Sareb trabaja en colaboración con empresas y organizaciones locales para proporcionar oportunidades de empleo y capacitación a los participantes. Esto puede incluir programas de formación profesional, prácticas laborales y asistencia en la búsqueda de empleo. Al ayudar a los participantes a mejorar sus habilidades y encontrar empleo estable, Sareb está contribuyendo a romper el ciclo de la pobreza y la inseguridad en la vivienda.

Además, el programa de inserción laboral no solo beneficia a los participantes individuales, sino que también tiene un impacto positivo en la comunidad en general. Al ayudar a más personas a obtener empleo estable, se contribuye a la economía local y se reduce la dependencia de los servicios sociales. Este enfoque demuestra cómo las iniciativas de vivienda social pueden tener un impacto más amplio en el desarrollo económico y social de las comunidades.

Los desafíos y controversias en torno a Sareb

A pesar de los esfuerzos de Sareb por implementar políticas socialmente responsables, la entidad aún enfrenta desafíos y controversias. Movimientos sociales como ‘Stopdesahucios’, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y el Sindicato de Inquilinas de Madrid continúan presionando a Sareb para que tome medidas más drásticas para prevenir los desahucios. Estos grupos argumentan que, dado el origen público de Sareb, la entidad tiene una responsabilidad aún mayor de proteger a los inquilinos vulnerables.

La reciente irrupción de activistas en la sede del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para exigir la paralización de desahucios programados ilustra la tensión continua entre las responsabilidades financieras de Sareb y las expectativas de los grupos de defensa de la vivienda. Estos grupos exigen la suspensión inmediata de todos los desahucios, argumentando que en tiempos de crisis económica y social, el derecho a la vivienda debe priorizarse sobre las consideraciones financieras.

Sin embargo, Sareb mantiene que debe equilibrar sus responsabilidades sociales con su mandato de gestionar eficientemente los activos bajo su control. La entidad argumenta que, en los casos donde no se puede acreditar vulnerabilidad, no existe colaboración por parte de los residentes o hay situaciones de conflictividad acreditada, es necesario recurrir a mecanismos judiciales para recuperar la posesión de las viviendas. Sareb enfatiza que estos procesos se llevan a cabo respetando las máximas garantías legales y aplicando siempre el principio de sostenibilidad y utilidad social en todas sus líneas de actuación.